"Absurdos imprevistos"
La luz del sol se filtraba por la frágil puerta corrediza… Los ojos de Sango se abrieron lentamente seguidos de ligeros parpadeos, pero algo le obstruía la vista, el botiquín de Ahome estaba justo frente a ella. Entonces pudo precisar que lo que había ocurrido el día anterior no fue un sueño. Aún tenía deseos de permanecer acostada, era la costumbre de levantarse temprano lo que la había despertado; sin embargo, sabia que ni toda la pereza del mundo podía permitirle aquel gusto, pues lo mas seguro era que Ahome visitaría a Inuyasha para ver como estaba o algo parecido y no quería que la encontrara allí, ya tendría suficiente cuando le preguntara donde había estado toda la tarde anterior… Pero estaba tan agotada... Aun sentía un poco de sueño, después de todo estuvo despierta gran parte de la noche… Y para colmo despegarse de aquella frazada tan mullida y tibia parecía imposible… ¡Espera un segundo! Recordó la noche anterior. Lo último que había hecho fue curar a Inuyasha… Se había mantenido unos minutos después de eso despierta y luego se había dormido sin mas ni más en el suelo, no recordaba ninguna frazada. Se sentó y miró detenidamente el lugar mirando específicamente la puerta, en el fondo tenia cierto temor a que alguien entrara repentinamente y la encontrara allí; si, definitivamente estaba en la habitación de Inuyasha pero... Algo la incomodaba. Pero decidió olvidarse de aquella inquietud, debía salir de la habitación. Estaba a punto de levantarse justo cuando…
-Buenos días, Sango
Se paralizó. Él estaba despierto. La incomodidad que había sentido era la mirada de su amigo clavada en su espalda.
- Bu-buenos días Inuyasha –balbuceó avergonzada, sin animarse a voltear a verlo.
¡Dios! Que pensaría ahora de ella, ¡No quería ni imaginarse como habría reaccionado al verla allí! Pero se lo merecía, ¿Cómo se le había ocurrido la estupida idea de quedarse aquella noche en su habitación? Estaba tan avergonzada, ahora no podría verlo a la cara nunca más. La impresión no le permitía moverse aunque lo que más deseaba en ese momento era salir corriendo de inmediato… ¡Rayos! ¿Por que sus piernas no querían obedecer? ¡Tenia que levantarse como sea y huir de aquella situación tan embarazosa! Y lo peor, el silencio estaba apunto de absorberlos...
Él la veía sentado desde su futón tranquilamente, aun sin articular ningún sonido, solo mirándola.
Sango por el contrario a la quietud del chico mitad bestia sentía que aquella mirada la traspasaba, le incomodaba a tal grado que no dudaba que en cualquier momento sufriría de un colapso nervioso ¿Por qué estaba tan silencioso? Si tan solo pudiera saber en que pensaba… Prefería mil veces algunos de sus acostumbrados desplantes de rabia, o ironía a aquella silenciosa postura tan rara en él. Debía hacer algo, lo que fuera… Pasó unos segundos más inmóvil –aunque le parecían minutos en tal situación-, pero fue el ferviente deseo de salir de aquel extraño estado lo que la obligó a levantarse muy lentamente, como si esperara que no lo notara, se sentía ridícula. Se acercaba a pasos pausados a la puerta tal cual si quisiera huir de algo que la tenia aterrada
-Bueno, yo… Creo que me voy…- Abrió la puerta bruscamente decidida a salir cuanto antes de ese lugar.
-¡espera, Sango!
La exterminadora se detuvo al instante, como si hubiese esperado que dijera eso. Y volteó a mirarlo por primera vez. Su semblante seguía inmutable, pero parecía haber algo diferente, algo que no pudo comprender.
-Solamente… quería agradecerte que te ocuparas de mí la noche anterior
No entendió ¿Le daba las gracias?
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Amor complicado Inuyasha X Sango
Fiksi PenggemarEn primer lugar la historia no es mía. La e traducido para que puedan leerla Con todo el aprecio del mundo, todos los derechos al escritora Kuchiki Rukia-chan