Capitulo 5

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"Distintas Perspectivas"

Aquella sombra confusa que se ocultaba entre las sombras se adelantó unos cuantos pasos... pasos lentos... hasta que la luz de la luna comenzó a iluminar aquella silueta. Primero un pie descalzo, luego el cuerpo cubierto por aquella ropa escarlata y al final... aquella cabellera plateada y esos ojos dorados que le miraban... a ella.

- que-q... que haces aquí Inuyasha?-estaba algo aturdida. No entendía por qué, se suponía que debía sentirse aliviada, después de todo pudo haber sido un monstruo gigante con tres cabezas ¿no?

- eh... quise tomar un paseo -respondió mirando hacia otro lado mientras de rascaba la cabeza fingiendo que todo lo que no fuera el rostro de Sango era particularmente atrayente- Bueno... Ahome me mantiene inmóvil tanto tiempo que me aburro...

- entiendo... -súbitamente Sango se acercó a él como inspeccionando su rostro, él se sonrojó ante aquella cercanía- Pero todavía no te recuperas del todo ¿cierto? Deberías descansar más si deseas recuperarte pronto -y sonrió

Fue como si se hubiese paralizado... Ella tan cerca... y aquella sonrisa...

¿Qué es esta calidez…?

Pero Inuyasha no tuvo tiempo de analizar nada... Por que ella siguió de largo hacia el campamento...

- ¡E-espera, Sango! -¿como fue que aquellas palabras escaparon de su boca?

Ella se detuvo.

- Dime -dijo sin darse la vuelta

No sabía que decir ¿por que había abierto la boca?

- te digo que me aburró… ¿me… acompañas un rato?

Sango parpadeo con sorpresa. Volteó para mirarle un segundo sin decir nada, pero al final respondió

- eh… si, claro

Se acomodaron lado a lado frente a río sin decir nada, sin siquiera mirarse. Sango se sentía extraña e intentaba no mirarlo. Estaba algo tensa… no, en realidad estaba muy tensa, -se encontraba sentada muy enhiesta sobre el pasto húmedo mientras jugueteaba con sus pulgares-, no sabia que hacer, para ella era un silencio terriblemente incomodo ¿Que decir? ¿Sobre qué hablar? Ella definitivamente no esperaba que Inuyasha quisiera estar en su compañía, aunque teniendo en cuenta que últimamente se la pasaba recostado bajo la vigilancia de Ahome era comprensible que quisiera charlar con alguien. Ahora que lo pensaba no se le ocurría ningún tema de conversación que encajara con la situación en la que se encontraba, casi nunca había tenido la oportunidad de platicar con Inuyasha de un tema ajeno a sus combates. Lo raro en este caso es que ninguno hablaba, ambos se mantenían en silencio sin animarse a decir palabra, pero lo que a Sango le molestaba de todo aquello era esa desagradable sensación de incertidumbre ¿Por que demonios estaba tan nerviosa? Intentó fijar la mirada en algo que la mantuviera ocupada, o que cuando menos captara su atención lo suficiente como para evitarle la molestia de pensar en cosas que no parecían tener sin ningún sentido; primero posó su atención en una roca cubierta de musgo, luego en un pececillo que intentaba ir contra la corriente y luego en un diente de león que se agitaba con la brisa, pero ninguna de esas cosas satisfacía en absoluto ni una ínfima parte de la curiosidad que sentía ¿Qué estaría haciendo el? ¿Estaría tan nervioso como ella? ¡Pero que tonta! ¿Por que tendría que estar nervioso él? Sin desearlo cedió ante la duda y le miró de soslayo esperando que no se diera cuenta de ello.

Amor complicado Inuyasha X Sango Donde viven las historias. Descúbrelo ahora