28- Reconciliación

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—Eres un infeliz. Debí haberte matado hace mucho tiempo.

—Duele que pienses así, porque yo te amo— su inesperado e intenso beso me obliga a morderlo, creí que se molestaría, pero solo ríe—. ¿Aún sigues con esa actitud? No estamos en la cama, pero si tanto deseabas esto, me lo hubieras dicho desde el comienzo— me besa por segunda vez, pero esta vez fue él quien muerde fuertemente mi labio inferior.

No pensé que se atrevería a morderme, al límite de hacerme sangrar mi labio. Lo peor de todo es que mi cuerpo se calienta al sentirlo tan agresivo. No sé qué pasa por su cabeza en este momento. Físicamente es mi Kevin, pero ese comportamiento no es común en él.

—Maldito seas— musito acompañado de un suave gemido.

—No quiero que sigamos así. Estoy dispuesto a hacer lo que me pidas, te lo juro, pero quédate conmigo.

—¿Qué parte de no te quiero, no comprendes?

—Te juro que no me das opciones— en ese tercer beso que roba de mis labios, logro desquitarme mordiéndolo de vuelta—. Es la segunda mordida que me das; tal parece que hoy estás en ese modo sádico y masoquista. Te daré a probar un poco de tu propia medicina, Emily. Quiero que experimentes lo que siento cada vez que me muerdes y me hieres. Si de esta forma tu disfrutas, no me queda de otra que soportarlo. Incluso esta parte de ti, me gusta mucho y me enciende más de lo que pensé que lo haría.

—Muero por verlo— ¿Hasta dónde sería capaz de llegar?

Esas fuertes manos se aferran a mis muñecas de una manera que jamás pensé que pasaría.

—Eres mas pervertido de lo que creí—suelto—, y pensar que hace poco eras virgen.

Besa mi pecho y desciende hasta llegar a mi seno para morderlo por encima de la blusa, un fuerte gemido se escapa de lo mas profundo de mi cuando siento ese ardor y dolor tan placentero que se concentra alrededor de mi pezón.

—Hazlo más fuerte, ¿Si? — le pedí, a lo que se acomodó entre mis piernas, soltando mis dos manos.

—Me estás obligando a esto, luego no te quejes por lo que te haré.

Tiempo después, en plena acción, escucho la voz de mi padre al otro lado de la puerta. Busco darme prisa en ponerme lo primero que encuentro de ropa, que fue la camisa de Kevin y le abro la puerta a mi padre.

—¿Estás queriendo evitar que le dé su merecido a ese infeliz? ¿Quién te crees que eres? — le cuestiona mi padre a esa doctora.

—Papá...

—¡Quiero que salga ese infeliz ahora! — alza la voz visiblemente molesto, pero solo podía concentrarme en esa mujer.

—¿Qué hace ella aquí?

—No cambies el tema, Emily. Espero no estés tratando de defenderlo.

—No te alteres, papá. Todo está bien ya.

—Mírate, ¿Qué estás esperando para ponerte ropa?

—Adoro cuando estás celoso, papá— burlo.

—Esto no es motivo de risa. Si no sale de esa habitación ahora, no respondo de lo que pase.

Kevin sale de la habitación al escuchar a mi padre tan alterado y se detiene al lado mío.

—Los presentaré formalmente; Kevin, él es Caden, mi papá.

—Es un placer conocerlo— le extendió su mano, pero como era de esperarse, mi padre no se inmuta a extenderle la suya de vuelta.

—¡Te largas de aquí, antes de que te corte en pedazos!

—En vez de estar discutiendo entre nosotros, deberíamos hacer algo divertido juntos— añado desviando la atención de mi padre—. Debemos asegurarnos de que no te encuentren, papá. Este lugar no es seguro para ti. Ya vino un oficial a buscarte minutos antes de que llegaras y no creo que tarde en regresar. Es una sorpresa que nos dio la vida, en darnos en bandeja de plata, a esa persona que tanto daño nos causó.

—¿De quién estás hablando, pequeña?

—El oficial que mató a mamá. Lo tengo en la palma de la mano, solo tenemos que atraparlo y hacerle vivir una pesadilla. ¿No te gustaría vengar la muerte de mamá? Es nuestra oportunidad. Tengo un plan en mente, que estoy segura que te va a encantar, papi— ambos sonreímos como si hubiéramos pensado en lo mismo. 

Parte Tres: Emily [✓] [PRONTO SERÁ RETIRADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora