I- Regreso a la torre

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Hola chicos, hoy traigo este fic que empecé hace años, está en Fanfiction pero aún no está terminado, apenas lo retomé de nuevo por lo que he estado modificándolo y decidí también subirlo aquí ya que hay muchos que utilizan también este sitio para leer fics, así que espero que les agrade, como verán es del fandom de Teen Titans. Saludos.

Advertencia: el fic puede llegar a contener algo de violencia o temas sensibles como algunos flashbacks de Starfire cuando era una esclava (antes de unirse al equipo), así que recomendaría leerlo de 14 años en adelante.

Los Teen titans no me pertenecen a mí, pertenecen a Warner Bros, DC Cómics y sus respectivos creadores. Yo sólo creo historias con sus personajes, sin fines de lucro.

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—¡Por fin en casa! ¡Hogar dulce hogar! —exclamó Chico Bestia acabando de entrar al living de la Torre T, al parecer muy contento pues después de 1 mes de vacaciones en Tokio extrañaba mucho su ciudad, sobretodo su habitación.

—¡Sí, es bueno estar de nuevo aquí, Bestita, aunque no les costaba nada limpiar un poco la Torre a los Titanes del Este! —mencionó Cyborg dejando un par de maletas en el piso, observando fijamente algunas bolsas de frituras en el suelo, un par de latas de refrescos cerca de la computadora y dos cajas vacías de pizza postradas en la barra.

—Más tarde la limpiaremos, ahora sólo quiero meditar en mi cuarto. El dolor de cabeza me está matando. Sigue siendo agotador pasar un largo viaje con Chico Bestia y sus "estupendos" chistes —comentó, con su tono de voz característico, una Raven que a la vista lucía cansada y por supuesto fastidiada por cierto chico verde ahí presente.

—Por cierto, ¿en dónde están Robin y Starfire? —cuestionó el mitad robot mirando hacia los lados, haciéndose a la idea de que quizás esos dos tórtolos aún seguían en la nave T. Desde que se habían hecho novios se la pasaban juntos a cada momento, quizás cuando eran mejores amigos también lo hacían sin embargo ahora era muy notoria la diferencia de tiempos en las que coincidían.

—No lo sé, creo que se quedaron afuera, ya sabes, dándose sus besitos, diciéndose cuanto se quie... —el chico verde, algo asustado por la reacción de su líder si lo escuchaba, paró de hablar pues los aludidos venían entrando al living tomados de la mano.

—¡Qué tal, amigos! ¿No fue sorprendente nuestra visita a Tokio? —Starfire fue la primera en hablar con ese tono de alegría que tanto la distinguía de entre todos. Se le veía muy feliz al igual que al chico con antifaz a su costado.

—¡Sí qué lo fue! ¿Vieron a todas esas nenas persiguiéndome? —el metamorfo habló con aire orgulloso, no obstante su orgullo cayó por los suelos cuando Raven le dio un golpe en la nuca. Éste sólo se quejó con la hechicera sobándose la cabeza.

—¡Bueno, pues fin a las vacaciones y hola al trabajo! —el pelinegro, quien aún no soltaba la mano de su chica, ordenó con esa voz firme que solamente un buen líder podría tener.

—¡Viejo, solo deja que descansemos un poco! —contradijo Chico Bestia bufando y dejándose caer en el gran sofá del centro.

—¿Robin, por favor, podemos descansar un poco más? —ahora era la tamaraniana que replicaba en la sala, con una voz adorable y con ese gesto en las manos que la hacían parecer la persona más tierna del mundo. El pelinegro sólo observó embelesado a esos ojos esmeraldas que tanto le atraían e hipnotizaban. No podía resistirse a lo que su novia pidiera.

—Está bi... —no terminó la oración. El sonido de la alarma resonó en aquella habitación mientras una luz parpadeaba y pintaba el lugar de rojo. Los jóvenes héroes miraron a su líder esperando alguna respuesta y él sólo se limitó a asentir.

Teen Titans: Alucinaciones de venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora