Desconocido. |TaeKook| {CORRIGIENDO}

42: Miau, soy un tigre.

Jungkook iba entrando a su casa muy abrigado porque hacía un tremendo frío y su fiebre no le ayudaba a la supervivencia básica del humano. Sentía como todo el moco se acumulaba en su nariz mientras sabía que en casa no estarían sus padres despiertos esperándolo con una deliciosa cena calientita. Pero claro, él mismo les dijo "No, padres, ustedes tranquilos, yo sobrevivo bien. Sólo váyanse a dormir" y claro que le hicieron caso.

     Al prender la luz, pudo contemplar de reojo que alguien estaba ahí y volteó asustado y alarmado—¡Miau, soy un tigre! Ahora, adóptame porque el otro día tú me acariciaste en la calle —tan sólo era Taehyung haciendo sus pendejadas vestido con una pijama de cuerpo completo de gato. Jungkook se alivió sabiendo lo normal que es encontrar a Tae dentro de su casa o cerca de él haciendo cosas raras como decir lo que acababa de decir.

     —Hola Tae... (snif) —no es que Jungkook estuviese llorando, pero podía escucharse el moco—, ¿de dónde conseguiste una pijama de cuerpo completo precisamente de un gato?

     —No es un gato, es un tigre y, también, te fui a comprar una de un conejito —contestó sacando una pijama de conejito de debajo de una almohada del sillón—. Sé que estás engripado, que tus padres están durmiendo y que eres un conejito por lo que vine, te preparé una cena no envenenada y te traje esta pijama abrigadora.

     —Oh... eh... —miró a Tae y sonrió un poco. Agradecía de alguna manera que éste lo acosase o tendría que prepararse él mismo la cena—. Gracias Tae, eres extrañamente adorable —respondió tomando la pijama—. Me iré a cambiar, ¿ok? —Taehyung asintió con una sonrisa tierna—. Y calienta la comida por favor, se nota que la preparaste hace un par de horas.

     Al regresar de cambiarse a la pijama abrogadora de conejo, bajó oliendo una rica comida—Seguí una receta de mi abuelita al pie de la letra, además, en caso de que pienses que consumí tus alimentos sin avisarte, esta comida la preparé en mi casa antes de venir a la tuya —dijo Tae cuando escuchó a Jungkook bajar. Volteó a verlo y se quedó sin palabras por lo tierno que se veía en esas pijamas—. ¡Oh, por Zeus, te ves sumamente adorable en esas pijamas! —tocó sus propias mejillas con sus propias manos enternecido—. Tengo ganas de comerte.

     —Oh, mejor no lo hagas, no quiero contagiarte —respondió Jungkook sentándose para empezar a comer—. ¡Wow, la comida sabe realmente bien! Me dijiste que fue una receta de tu abue, ¿no? —Tae asintió comiéndole de su propia comida—. Pues es muy rica la comida. Gracias por venir a prepararla, Tae, y por... preocuparte por mí —dijo algo tímido pues últimamente había estado lejos del contrario.

     —Nah, tú tranqui. Yo estoy bien si tú estás bien —respondió mirándolo—. Cuando te cures, espero que ya podamos ir a una feria o algo así —Jungkook asintió también esperando poder curarse pronto—. Aparte... es una manera de disculparme por lo del helado.

     —Ya, sin remordimientos —respondió acariciando un poco su cabello. Tae se apegó a su mano.

     —Soy tu tigre, ¿puedes darme más mimos? —preguntó Tae con una voz más grave y seria. Jungkook diría que eso no fue nada tierno y fue hasta excitante, pero igual acariciaría al tigre Tae. Asintió y con sus dos manos le revolvió un poco el cabello, acarició un poco sus orejas y algo de su cuello—. A mi mamá le gustaba acariciar el ovulo de la oreja —quitó con suavidad sus manos y dirigió la suya a su oreja—. Así... —acarició el ovulo de Jungkook en silencio mirándose mutuamente.

     Sin darse cuenta, se iban acercando pero Jungkook sintió que iba a estornudar y terminó alejándose de Tae para estornudar de otro lado—Ay... creo que mi enfermedad no quiere que nos besemos... —Taehyung asintió sintiéndose algo triste porque de veras que no podían besarse.