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El pasar la noche en la celda no había sído algo cómoda tanto para Harry como para Louis, la madre del más alto había pedido un taxi para que pudiesen llegar a casa más pronto, a pesar de que fuesen sólo un par de cuadras, ella sabía o tenía la corazonada materna de que su hijo no se encontraba en las mejores condiciones de caminar por las calles abarrotadas de gente. 

El camino era silencioso, Harry y Louis se encontraban sentados en la parte trasera del taxi, había rubor en e rostro del ojiazul, y había calma en el ser del escultor. 

Ambas manos iban unidas. 

Si alguien le escuchara decir que puede saborear la dulzura de una persona con sólo su tacto, nadie le creería. Pero él mismo lo estaba experimentando, y podía decir que era cierto. Louis aprendía a amar de la manera en la que Harry lo hacía, y le gustaba. Era una manera especial, única, sincera.

La mano le Louis iba en la suya, con sus deditos entrelazados, podía sentir la magnitud de la mano del más alto, sus deditos llegaban a la mitad de los de él. 

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Después de varios días, el pequeño ojaizul se sentía exhausto, manejar el sólo un local le era agotador, no podía negar que Brath le hacía de gran ayuda, pero ese día, antes de ira trabajar, fue a desayunar a un nuevo local junto a su edificio, en verdad estaba cansado, quería quedarse en la calle e ir a caminar al parque, pero al final de su desayuno, Louis había decidido ir a su departamento, alistarse y regresar a su local, había orden que poner, dinero que recuperar, y un club que empezar en menos de cuarenta y cinco minutos, y para su sorpresa, su pequeña oficina ya estaba limpia al igual que la entrada, la banqueta limpia y los libros ordenados, y aún tenía diesiciete minutos disponibles para sí. 

Esa sería su nueva rutina, llegar más temprano, arreglar, ordenar, limpiar, exhibir, hacer todo él, sin ayuda de trabajadores abusivos y acosadores. 

Diciembre se acercaba y ya comenzaban a abundar las luces navideñas en toda la biblioteca, la calefacción empezaba a trabajar desde la mañana y Louis amaba el olor que los libros desprendían a causa de ésta. 

El pequeño gato descansaba en un sofá que ya proclamaba como suyo, las personas escuchaban atentos aquel libro que habían seleccionado y Harry sonreía disimuladamente de vez en cuando, cada que la historia se lo permitiese, para él ya le era fácil desplazarse por todo el lugar, sabía la cantidad exacta de sus pasos y moverse para no chocar con un estante. Había decidido dejar de esculpir un tiempo, quería reponer el tiempo que le había dejado de hablar a Louis a pesar de que ya hubiese doblado la cantidad de días, a él no le importaba, el iba y se sentaba en uno de los sofás a escuchar, se recargaba en el mostrador y platicaba con Louis y algunos clientes, cargaba algunos libros para ayudar a su pequeño amado, y a veces, cuando admitía que estaba aburrido, iba y tomaba su libro favorito "El principito" que Louis le regaló en Braille, ya se lo sabía de memoria, pero amaba sentir entre sus dedos la imagen de aquel elegante alusivo a la historia, se sentía un niño pequeño, Louis lo hacía sentir un niño pequeño. 

En la librería de Louis no se sentía el tiempo, era un lugar mágico, el último cliente se había ido y Louis cerró la puerta con pasador, volteó su cartelito de "ABIERTO" a "CERRADO" y apagó la luz de afuera. 

Quería apagar las luces navideñas cuando por error hizo que éstas soltaran la deprimente melodía para los oídos del ojiazul.

-¿Qué fue eso? -la duda se apoderó rápido de Harry, ese sonido era nuevo para él, al menos para él en ese lugar.

-Ehm, son luces navideñas. Yo… suelo decorar, ya viene Navidad y, ya sabes… una vieja costumbre. 

-En mi casa no hacemos esa vieja costumbre de la Navidad. 

-¿Qué?, ¿Por qué no?, ¿No eres creyente? 

-Le dije a mi madre hace años que no quería volver a celebrar navidad si me perdía de la belleza que muchos dicen que tiene. Era un niño. Pero sé quedó… una vieja costumbre. -hace una ligera mueca y extiende su mano para saber dónde estaba Louis. 

Louis se quedó sin palabras, imaginar a Harry siendo un niño hermoso que no recibía regalos en navidad era algo que le apretujó su pequeño corazoncito. 

-Bueno… entonces yo te enseñaré. -La voz del ojiazul sonaba algo entre cortada y desenchufa rápido una pequeña serie de luces y regresa con Harry tomando si mano, sintiendo la magia de nuevo y se sienta a su lado. - Así son las series de luces.- Se las coloca en las manos a Harry para que las sintiese. -Cada una tiene un color distinto.-Lame sus labios y separa un pequeño foquito dejándolo entre los dedos de Harry- Éste cuando enciende es amarillo, el amarillo… el amarillo es como lo cálido, es caluroso, cómo un abrazo en verano con ambos puestos un abrigo -Y Harry sonríe- también se representa la felicidad con él… -toma otro foquito y lo sustituye en los mismos dedos- éste es el siguiente, éste enciende azul, el azul es frío, es como… como el hielo, cómo el agua, el azul es cómo el cielo, es infinito al igual que el mar -susurra y Harry sin necesidad de ayuda pasa a otro foquito- ese es verde… como la naturaleza, las hojas, en césped… uhm, es vida, es frescura, da paz… -pasa a otro y Louis sonríe- ese enciende rojo…

-Cómo el amor. -menciona lo recordado y Louis se siente feliz. 

-Exacto, cómo el amor. -repite y después mira las manos del chico y sin pensarlo toma sus manos entrelazando sus deditos. 

-Gracias Lou.- y el apodo vuelve a sus oídos, y se siente volar en el nocturno cielo rodeado de Miles de foquitos de navidad dispersándose por todo su cuerpo alumbrando si alma, quería gritar de emoción, de felicidad, de satisfacción. 

-No agradezcas… yo, yo quiero mostrarte todo con mis ojos y mi voz. Y el día que falte mi voz, yo… yo veré cómo le hago. 

-El día que falte tu voz, yo seré tu voz… y tú serás mis ojos

️Notita

Hola buenas noches, sí, sigo viva jdhsks gracias por sus mensajitos de preocupación y amenazas :P

Lamento haber tardado mucho en actualizar, sinceramente estaba pensando en descontinuar la historia y darla de baja ya que no había tenido el tiempo suficiente, más bien no lo tengo, pero he decidido trasnochar y regalarles un cortito pero bonito capítulo.

Estoy en la Universidad, en los últimos semestres para ser exacta y las tareas son infinitas, agregando que estoy en un curso de inglés, en un equipo de Cheer, vendo chocolate que yo misma hago y sin olvidar mencionar que aquí su boba se inscribió en un curso en línea sin querer y ahora lo tiene que hacer :(

Son demasiadas cosas más aparte actualizar la fic, de tanto no había tenido tiempo de pensar en una buena idea, espero les haya gustado y sin más también espero que me comprendan.

Díganme qué les pareció sino me lanzo de la azotea.

✨Una fiesta de abrazos, amor y buenos deseos. -Val

"Marmo Stellato". [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora