"Capítulo 3"

31 1 0
                                    

Ya era tarde, cuando salimos de la casa de la señora Finster, dimos las gracias por la comida, y seguimos directamente a la mía.

Al entrar pude notar algo de seriedad en el rostro de Clein y eso no podía ser en absoluto nada bueno, porque solo estábamos él y yo, y si planeaba hablar serio conmigo, era porque la cosa se iba a poner intensa.

-Sé que casi siempre te dejo en casa y me voy directo a mis rumbos, pero esta vez tengo algo muy importante que decirte y de ser posible, esperaría que tu madre también pudiera ser partícipe de la plática-. Me dijo mirándome fijamente a los ojos.

- Yo soy la persona menos indicada para decírtelo, pero estuve esperando mucho tiempo a que tu madre se animara y pudiera contártelo, pero en vista de las circunstancias y de qué ella no se ve en ninguna disposición de hacértelo saber, me voy a ver obligado a explayarme con el tema, porque aunque tu madre no lo crea, es indispensable que ambas sepan la verdad y ella no quiere escucharme, pero tu no puedes vivir con ideas erróneas de tu familia-.

Hizo una pausa dramática, tomo aire, como si realmente fuera demasiado difícil para él, posiblemente solo tenía miedo a decir algo de manera incorrecta o que yo pudiera malinterpretar o no sé, pero ver su expresión me hizo darme cuenta que realmente se preocupaba por mi o eso quería creer y aunque moría de nervios por lo que iba a decirme, me calmé.

-Mmm... bueno, no se como empezar, así que seré directo, ¿Sabías que tu padre era un humano?- Soltó.

-Si, mi madre me lo dijo alguna vez, hace tiempo- No estaba muy segura de si me lo había dicho o me lo había reprochado de hecho, pero de que estaba enterada, lo estaba.

-Está bien, pues tu padre dejó embarazada a tu madre de ti, aunque anteriormente, no estoy seguro de si lo sabes, arguyo que no, pero tuvieron otro hijo antes, al que pusieron por nombre Alfred, y quien precisamente estaría hoy cumpliendo 18 años de edad. Los ancianos tienen la estúpida idea de que pueden "conservar la especie", pero no saben que solo generan corrientes de odio y juntas de personas inconformes, porque no les permiten ser libres, o en el caso de tus padres, les quitan el derecho a enamorarse y estar juntos, ellos piensan que no está bien visto ni es saludable para el clan de los Ónix, tontamente creen que al combinar ambos genes se pierde la pureza de su, por así decirlo, "raza", estúpidos, a veces parecen olvidar sus propios orígenes y parecen olvidar que sin ellos este clan o raza no existiría, pero bueno, por ese mismo motivo que ellos tienen, está estrictamente prohibido mantener relaciones afectivas con humanos y mucho menos procrear, que por si desconoces el término, quiere decir que no pueden tener hijos o formar una familia.

-Esas son tonterías- Woh, espera, hermano, procrear, hijos? Esto estaba siendo increíblemente demasiada información, y no se hasta que punto, Clein esperaba que yo entendiera.

-Si princesa, tienes razón, yo muchas veces y por mucho tiempo he intentado hacerlos entrar en razón en las "Juntas multitudinarias de la preservación y seguridad" que organizan, pero lo único que consigo es que me corran a patadas de esos lugares.- Dijo levantando los hombros a modo de resignación. -El primer avance significativo que he tenido, y eso solo hace varios años con apoyo del clan de los Liex es el acuerdo generacional de que los Froiude estuvieran a resguardo de tu familia, Sasha, ellos son personas importantes y deben ser protegidas de los Goliat, ya que son los únicos humanos que conocen o poseen información sobre nuestro mundo y tienen la capacidad de cambiarlo.
A tu madre le tocó protegerlos, y fue cuando conoció a tu padre y posteriormente se enamoraron y procrearon a un pequeño, tu hermano, ellos estaban felices y enamorados, el problema era poder ocultar su relación y su, por llamarlo de alguna manera "pecado", de los ancianos y su pensamiento retrogrado y poco civilizado. No fue nada difícil, ya que  vivía en la mansión de los Froiude y además tu madre era una persona muy amada en el clan, tenía muchos amigos que estaban dispuestos a dar la vida por ella, entre ellos estaba un joven que se llamaba Gastón.
Gastón era un hombre fornido, bien parecido y amable, que estaba dispuesto a dar la vida por el clan y principalmente por tu madre, que, por si nunca nadie te ha contado, es una de las más magnificas guerreras del fuerte principal, dirigía batallones con tan solo 14 años de edad y le salvó la vida a miles de personas, humanos y Ónix, entre ellos Gastón, quien sentía que le debía la vida y mucho más.- Realmente era increíble todo lo que me estaba diciendo, mi madre una heroína de guerra, estratega, una persona tenaz, inteligente y afable, no me cabía en la cabeza todo aquello, no sabía por donde mi cerebro comenzar a desmenuzar toda la información. -Pero el punto no era ese, Gastón tenía un pequeño secreto, y es que no le gustaban las mujeres, tenía una gran debilidad por el sexo opuesto, y no es que en el clan este mal visto, pero los ancianos siguen con ideas poco vanguardistas y bueno, no lo prohibían, pero se encargaban de que no se demostrara que había libertad con respecto a ese tipo de prácticas. Lo que era una bendición para tu madre, puesto que le pidió de favor hacerse pasar por el padre de Alfred y mantener una relación, funcionó por mucho tiempo, pero hubo complicaciones en el frente de guerra, y también creo que los ancianos sospechaban de dicha relación, por lo que mandaron a Gastón al frente del batallón y desafortunadamente, jamás regresó. Lo peor vino después, cuando tu madre se enteró que estaba embarazada de ti. Todo se complicó demasiado ya que no estaba su amigo y tu hermano ya tenía 10 años de edad, y bueno, ya sabes que ser un Ónix con 10 años y sin poderes, no es buena señal, y mucho menos para tu madre que ya estaba en la mira de los ancianos y vivía con humanos.-

SashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora