Sasha

"Capítulo 9"

Me sentía como un conejillo de indias, Clein no había bromeado con lo de tenernos monitoreados, ahora entendía lo que decían de los liex, sobre su falta de sarcasmo y poca facilidad de mentir, los liex acostumbran decir absolutamente siempre la verdad y no tienen  tacto para hablar puesto que no experimentan emociones, no estaba segura de si era porque pasé casi toda mi vida conviviendo con él o porque era muy pequeña, pero no habíamos tenido la necesidad de tener que emplear algún tipo de lenguaje similar que implicara bromas o sarcasmo o en el peor de los casos mentiras, y ya que andábamos en esas, no podía estar segura de haber convivido con alguien más, además de que no recordaba nada de mis padres, no tenía muchas memorias con alguien, siempre estuve sola, por lo que podría explicar también que no haya tenido que usar ese lenguaje.

-¿Por cuánto tiempo más nos vas a tener en observación?- Dijo Terrens algo perturbado.

-No estoy completamente seguro, pero según mi buena memoria lo que yo recuerdo que les dije es que tardaría unos meses, de eso apenas llevamos unas cuantas semanas, si lo dices por lo de tener que compartir tu cama con Terrens no te preocupes, ya mañana me entregan la cama nueva que mande a hacer- Dijo mientras tomaba las medidas de Terrens.

-No es que esté impaciente o me moleste compartir mi cama, pero siento que es algo extremo que nos monitores por tanto tiempo-

-Lo entiendo chicos pero realmente necesito llevar toda la información posible a mi clan para las averiguaciones que tienen respecto al tema-

-¿Crees que nos puedas compartir esa información?- Dijo Terrens.

-No me gusta compartir información a medias, aún tengo dudas de lo que pasó y aunque ya lo consulte con otras personas no he podido recabar la información que justifique lo que sucedió con ustedes, pero tampoco es como si quisiera ponerlos en peligro, ya sea dando información a otros sobre su condición o por el simple hecho de que ustedes conozcan cosas que les generarían más problemas- Se quedó pensando un rato.

-Aunque ahora que lo pienso mejor, es una buena idea que sepan lo que hasta ahora tengo, porque a final de cuentas no creo que estén más expuestos de lo que parece que ya están. Pues bien, vamos a comenzar con un poco de historia, antes de continuar quiero mencionarles que todo lo que les voy a contar no es de dominio público por lo que dejo totalmente a su responsabilidad lo que suceda si se lo cuentan a alguien más-

"Vaya forma de iniciar una clase" pensé, después de lo que dijo no me quedaron muchas de saber, pero al mismo tiempo sentía un cosquilleo de nervios, algo como cuando quieres hacer algo pero tienes miedo de lo que pueda pasar, pero sabes que lo tienes que hacer, pero prefieres no hacerlo, pero es algo inevitable, se te ponen heladas las manos, todo te tiembla y tienes ganas de hacer del baño, no creía que fuera una sensación anormal, era algo que a mi siempre me pasaba con situaciones en las que me veía en un dilema.

-Bueno, pues todo comenzó cuando los sans magie, descubrieron la brecha entre nuestro mundo, por llamarlo de alguna manera y vislumbraron por primera vez la "magia", como más adelante ellos la nombrarían. El clan de los liex es el clan de origen, eso ya deberían de saberlo ambos, nosotros descendemos directamente de la energía del universo, tenemos la habilidad de poder controlar la materia, incluso a nosotros mismos podemos desmaterializarnos por nuestra compleja relación con la energía. Los Onix y Goliat son un pequeño intento de los sans magie de poder controlar lo incontrolable. Cuando se dieron cuenta de que podíamos usar la "magia" iniciaron con una serie de experimentos con la única finalidad de poder igualar nuestro "don", emplearon todo tipo de técnicas macabras entre su especie y la naturaleza, e inclusive cayeron en el error de querer utilizarnos a nosotros como parte de sus experimentos, intentaron hacerlo por la buena y solicitarnos ADN para poder descifrar lo que nos brindaba dicho poder, pero los Liex no nos prestamos a dichos experimentos, ya que iban en contra del orden natural y atentaba con la tranquilidad de nuestra especie.