"Capítulo 10"

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Corrimos como locos, a lo lejos podíamos observar como llegaban hordas de quimeras que destruían todo a su paso, las quimeras era un horrible vistazo de animales combinados que escupían saliva negra de entre sus fauces afiladas y gigantes, sus ojos eran de un rojo vivo y por lo que sabía, podían ver en la oscuridad, eran criaturas realmente de terror. No parecía que nos hubieran visto, pero no faltaba mucho para que nos alcanzara su perímetro de visión, estaba completamente aterrorizada, pero al ver a Terrens tan centrado tuve que contener mi llanto, un simple sans magie sin ninguna oportunidad contra una quimera o un goliat, alguien tan indefenso, parecía no tener la más mínima gota de miedo, así que me inyecte de valor para poder continuar.

-Yo también tengo miedo- Dijo como si hubiera adivinado mi pensamiento- Puedo adivinar que estás muerta de miedo, porque no dejas de temblar desde que salimos, pero te he visto entrenar muy duro y confío plenamente en ti, por ahora es mejor que corramos y lleguemos al búnker para no arriesgarnos, por muy buena que seas, son demasiados y si Clein nos mandó a un lugar de resguardo fue porque sabe que nos sobrepasa, si tu no llegas a poder, confía en mí, yo te protegeré todo lo que pueda, pero por el momento hagamos lo que nos dijo tu mentor-

Sus palabras aflojaron mis lágrimas, me sentía extraña, era algo que me dejaba sin más que decir y me producía un escozor en la garganta.

-Tonto, se supone que soy yo quien te proteja-

-Tienes razón, soy un tonto- Presionó mi mano con fuerza y seguimos corriendo

Al llegar a la entrada del búnker nos topamos con una puerta atrancada, por más que golpeamos no nos permitían el acceso.

-Déjenos entrar, Clein nos mandó- Dije sin respuesta.

-Tenemos que buscar otro lado seguro, piensa otro lugar que sea seguro es tu aldea, debes conocer alguno-

-No sé, el único lugar seguro del que yo tenía razón era este-

-Perfecto, y los bondadosos de tus amigos no nos dejarán entrar, que bonito ¡malditos cobardes!- Gritó mientras pateaba la entrada muy frustrado y evidentemente asustado.

-Vayámonos, no conozco otro lugar seguro, pero quedarnos aquí afuera nos deja muy vulnerables-

Nos adentramos en el bosque, aunque las quimeras rastreaban ese perímetro, me parecía lo más seguro, puesto que podíamos subir a algún árbol grande y así tener un rango de vista mayor, si se acercaba demasiado el peligro podríamos saltar sobre las copas de los árboles y ocultarnos lo más posible, si llegaba el momento de una confrontación tendría que emplear magia, pero no era muy fiable ya que aún no controlaba bien mis hechizos de combate y no me sentía una gran contrincante, mi repertorio de encantamientos era limitado.

-¿Puedes materializar tu arco y flechas y a mi una espada?- Dijo al final Terrens.

-Si-

-Perfecto, no es lo que deseo, realmente no creo tener ninguna oportunidad contra esas criaturas, pero no me sentiré tan indefenso con un arma-

Hice lo que me pidió y continué por la ruta segura del bosque, o por lo menos la que me daba más seguridad.

De la nada nos encontramos con una quimera, antes de poder subir a un árbol, estaba aterrada, pero recordé que un día me dijo Terrens que usara un hechizo para mejorar la puntería, investigue y eso no existía, pero podía provocar explosiones con mis flechas al modificar su composición química en el aire, lo único malo era que era un hechizo demasiado avanzado, apenas y podía apuntar adecuadamente sin movimiento, tener que apuntar con esa criatura no estática y encima hacer el hechizo en el momento exacto para que no me explotara en la cara y si lo hiciera cuando entrara en contacto con la quimera, era algo extremo y mis piernas estaban flaqueando de pavor.

SashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora