Sasha

"Capítulo 11"

Al sentarme frente a Dylan, como posteriormente se presentaría, pude observar muchas cicatrices en su rostro. Estas no le restaban gracia a su aspecto, pero por su voz y sus ataques, podría jurar que apenas comenzaba sus entrenamientos en combate.

-Entonces te llamas Dylan ¿qué edad tienes? -

-19 años ¿también quieres saber el nombre de mis padres, de mis hermanos, mi tipo de sangre y si me teñí el cabello? – Me dijo entornando los ojos y de forma sarcástica, denotando su excesiva molestia.

-No, pero quería saber un poco de ti y el por qué alguien tan joven se vería envuelto en este tipo de peleas-

-Creo, que deberías aprender a no meterte donde no te llaman niña, pero ya que insistes en saber de chismes, te voy a contar que tu estúpido y retorcido clan nos ha obligado a tomar este tipo de medidas –

-Tu acertaste en algo y es que solo soy una niña, aún hay muchas cosas que ignoro y entre ellas sería la causa que tu consideras que hizo que ocurriera todo esto, porque realmente no lo entiendo –

-Me pareces tonta, pero no tanto como para ignorar lo que sucede ante tus ojos, siento que me mientes para salvar tu pellejo y eso me enfurece ¿cómo es posible que no lo sepas si es algo que les enseñan desde que comienzan a babear?, y ya deja de hacerte la tonta conmigo o romperé mi trato de hablar sin pelear, mira que tenerme amarrado como a un cerdo no te parece suficiente tortura, también tengo que escucharte – Me dijo evidentemente frustrado, casi podía sentir como se desataba su ira, lo curioso era, que sabía que no era algo que estuviera dirigiendo a mí, por algún extraño motivo me sentía a salvo con él, sabía que no me haría daño.

-Exageras, no estás amarrado como cerdo, y si así es el caso, tu y yo sabemos que bien merecido lo tienes, intentaste matarnos sin ni siquiera haberte hecho nada y dos veces, así que no te enojes, estamos hablando civilizadamente, la cuerda sólo es una medida de precaución por tu anterior falta de palabra- Bufó, y por un momento creí ver un asomo de sonrisa en sus labios. – Ahora, regresando a lo de los clanes, espero que no te molestes de nuevo, pero quisiera saber a lo que te refieres con que "nos los enseñan desde que babeamos", yo soy huérfana mis padres me abandonaron desde pequeña y me cuida un tutor que se encarga de educarme e instruirme en combate, entonces, es verdad que ignoro lo que "les enseñan" a los niños de mi clan –

-Me suena completamente irreal lo que dices, no he conocido a alguien a quien le tengan un tutor, los mandan a instituciones o grupos que se enfocan a los huérfanos y ya se que vas a decir que como lo sé, pero recuerda que estuvimos estudiando a tu clan por un largo tiempo para poder atacar, entonces lo que me queda pensar es que eres alguien con privilegios, así que, cuéntame mocosa ¿cuál es tu secreto? –

En eso realmente no podía diferir, era cierto que parecía que tenía privilegios y mencionar encima que era un Liex quien era mi tutor, sería algo aún más difícil de explicar porque no podía decir que era la encargada de proteger a la familia de Terrens y mucho menos ventilar que él era de la familia de los elegidos para proteger la piedra.

-Te estas saliendo del tema, te pregunté el motivo por el que vinieron a pelear con nuestro clan – Pude observar en sus ojos claros el odio y la suspicacia de que le estaba ocultando información.

-Niña, más te vale que no estés mintiendo, porque voy a matarte junto a la basura inútil de tu novio – Dijo y al instante sentí un rubor recorrer mi cara.

-Ya te dije que no es mi novio, somos amigos, tu bien sabes que no se puede fraternizar y mucho menos mantener una relación amorosa con sans magie, pero se perdió en el bosque hace mucho y quise saber un poco sobre ellos, por eso nos volvimos amigos y si no te molesta por favor, llámame, Sasha, detesto que me digas mocosa o niña, tengo un nombre – Estaba comenzando a perder la paciencia.