Despierto (LGBT)

Después del final. 01

La semanas pasaron, hasta llegar a los meses y cuando volvieron a contar habían contado un año y algunos meses.

Ese primer año lo celebraron con un vino dulce, y una escapada poco planeada en una casa del bosque que eligieron por sus pocas ventanas y la azotea con sofá, el clima era cálido por las mañanas, y por las noches se abrigaban con la manta en el suelo del salón sobre la alfombra, mientras intentaban ver algo en el televisor, pero al final acaban en la cama con poca ropa, y al día siguiente en la ducha acompañados.

El segundo año decidieron ir a la playa, donde Edgar se sorprendió por el tono acaramelado que consiguió Caleb en una cala escondida, y donde Caleb no dejó de reírse por la espalda quemada de Edgar por no haberle dejado ponerle protector solar.

En aquel viaje Edgar consiguió ganar ante la negativa de Caleb en ir a vivir juntos, la prensa seguía muy intensa y ambos habían aprendido a deshacerse de ellos.

Por eso las maletas estaban en la puerta, era el último viaje que hacían, las cajas y bolsas ya estaban en la casa de Edgar.

- Voy bajando las maletas. - Edgar apareció por la puerta sudando por las cajas llenas de recuerdos y de fotos de los dos últimos años.

- Vale, tengo que cortar la luz y revisar algunas cosas.

- Pero, sabes que podemos volver.

Caleb lo miró con una ceja elevada.

- No pienso volver hacer otro viaje.

- Entendido señorito.

Salió corriendo con las dos maletas al ascensor, al ver el intento de enfrentamiento de su novio.

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- ¿Qué quieres cenar? - Edgar preguntó empujando una maleta, mientras dejaba las llaves en el recibidor.

Caleb empujó la otra maleta dejándola detrás del sofá, al lado de la otra.

- No cocinemos, pidamos algo.

- Lo que quieras.

Edgar se detuvo antes de subir las escaleras, girándose como si recordase algo, Caleb miraba su móvil para llamar a la pizzería de siempre, el mayor se acercó a él sonriendo.

Antes de que dijese algo, lo besó con una mano en el cuello y otra en la cintura, fue tan intenso que no se dieron cuenta en que momento paso a ser un beso con lengua, y si no fuese por que tenían que respirar habrían estado diez minutos más.

- Gracias. 

Caleb sorprendido por escuchar al mayor lo miró sonriendo.

- ¿Por qué?

- Por quedarte y aguantarme.

- Lo mismo digo.

Se separaron despacio.

- Me voy a duchar. - Edgar se quitaba la camiseta mientras subía las escaleras.

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blind pilot - three rounds and a sound daytrotter version

Eran las once, mañana era domingo así que la alarma no iba a sonar, pero igualmente estaban cansados y llenos por las dos pizzas familiares que se comieron.

Caleb fue del baño a la habitación secándose el pelo con una toalla, la camiseta que tenía puesta era de Edgar, estaba muy cansado para buscar entre las cajas así que directamente agarró la primera camiseta que le había visto puesta a Edgar para dormir.