Summer Camp Rivalry [Stony]

V

El teléfono de la cabaña estaba colgando de la mesa de noche.

Quería irme de ese lugar en serio, pero cada vez que tomaba el aparato para marcarle a Jarvis, mi subconsciente me detenía y lo dejaba ahí colgando, ésta era la quinta vez que trataba.

Tapé mi cara con ambas manos y solté un grito de frustración.

Era difícil. Todo el asunto lo era.

–Casi no haz salido de aquí–Banner entró–Loki y yo estamos preocupados.

–¿Loki? ¿En serio?–eso era difícil de creer.

–Todos, a decir verdad–sonrió algo triste.

–Cada vez que salgo, algo sale mal–hice una mueca–No quiero arruinarle nada a nadie.

–Creo que eso va a ser imposible Stark–la pelirroja entró silenciosamente–Mi vida era mejor antes de conocerte.

Bufé.

–En tus sueños Romanoff–sonrió y yo sonreí.

–Pero en serio tienes que salir, Fury te necesita para que ayudes con los materiales de agua, vamos a ir al lago mañana, lo quiere listo ahorita; necesita los chalecos, salvavidas y los remos para las canoas–tomó mis brazos y los jaló para que saliera de la cama–Vamos Tony, necesitamos brazos fuertes que lleven todo a la orilla.

–Bien, bien–me zafé de su agarre– Si seguías así tendrías un Tony sin brazos.

Los presentes reían mientras yo salía de mi cabaña y me dirigía a la otra; donde se encontraba todo lo que necesitaríamos a lo largo del verano.

»»——⍟——««

Vi a Thor salir del lugar para después recargarse en la puerta y quitar con su mano, lo que probablemente, era sudor.

Me acerqué hasta él y le saludé, pude notar un atisbo de nerviosismo pasar por sus ojos.

–Hola amigo Stark, Tony–hizo una mueca graciosa mientras me acercaba hasta llegar a él–¿Puedes ayudarme con los cinco remos que faltan?–asentí y me abrió la puerta.

Estaba algo oscuro, la poca luz que el atardecer ofrecía no entraba por completo y honestamente creo que a Fury le daba igual si tenía un foco o no.

Mis ojos se estaban acostumbrado a lo oscuro cuando vi una silueta en el suelo.

–¿Rogers?

–¿Stark?–levantó la cabeza de entre sus piernas–¡No dejes que cierre la puerta!–muy tarde. Una mano había empujado mi espalda haciendo que entrara por completo en la pequeña cabaña.

–¡Lo siento mucho chicos, pero ya nos hartamos!–Thor gritó del otro lado–¡Y Loki me obligó!–escuché como se alejaba.

Claro que era idea de Loki.

–Bien ahí Stark, bien ahí–murmuró el rubio.

–¿Yo que iba a saber? No soy adivino...idiota–susurré lo último.

–Te escuché.