Summer Camp Rivalry [Stony]

XIV

–¿Por dónde deberíamos empezar?–Pietro miró a Clint.

–Por el principio tonto–Wanda le dio un zape en la parte trasera de su cabeza–Eso es por no haberme dicho.

–¡Hey!–el platinado empezó a sobar la zona golpeada–No llevamos tanto tiempo juntos.

–Sólo desde hace un año–Barton se dirigió a la pelirroja que tenía como cuñada y ésta lo golpeó ahora a él–¡Ah! Era broma, no tienes que golpearme.

–Pero es algo así–Maximoff le dijo a su hermana–Se hartó que le insistiera demasiado–el platinado rio.

–Que aburridos–Loki los miró–Cuenten todo.

–Alguien es un poco chismoso–canturré.

–No hables Stark, luego sigues tú y el grandote de allá–hizo un movimiento con su cabeza para señalar a Steve quién estaba poniendo comida en un plato.

Negué.

–No creas que te escaparás de ésta tan fácil Laufeyson–sonreí con autosuficiencia–Thor y tú nos tienen que hablar sobre algo muy importante.

–¡Tony!–Steve gritó mientras me entregaba el plato con comida y se sentaba junto a mí–No hay que presionar a nadie.

–Todos quieren saber ¿cierto?–todos los presentes asintieron, menos el de ojos verdes y el rubio junto a él.

–Pietro y yo queremos hacerlo–Clint tomó la mano del mencionado mientras éste asentía.

–Aquí vamos–el platinado soltó una carcajada.

Un año atrás

–No quiero Wanda.

–Anda Pietro, camina–mi hermana tomó mi brazo y me obligó a caminar al mismo paso que ella.

–Es aburrido, no me gusta–dije con desagrado.

–Acabamos de llegar al campamento–mi hermana miró el reloj en su muñeca–Hace literalmente siete minutos–sonrió–A veces creo que eres más exagerado que yo.

Rodé los ojos, era verdad.

–No hay nada que ha...–ahí fue cuando lo vi; castaño, alto, con cuerpo marcado pero no demasiado y con esa sonrisa que mataría a cualquiera–Olvídalo Wanda, creo que será el mejor verano de todos.

–No causes problemas Pietro.

–Yo nunca hermanita.

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Ya llevaba varias semanas admirando al chico castaño que se llamaba Clint según Tony; un chico un poco más bajo que él e igual de castaño, era un parlanchín.

–Entonces ¿te gusta Barton?

–¿Q-Qué?–aclaré mi garganta–No Stark, ¿cómo se te ocurre?–reí y para mi desgracia fue nerviosamente.

–Claro, lo que digas Maximoff.

–Oh cállate, a ti te gusta el pequeño rubio que siempre ves.

Tony se levantó del suelo y me miró.

–Corrección, me gusta, pero molestarlo–levantó su mano en señal de despedida–Es simpático–terminó de decir para luego marcharse.