Summer Camp Rivalry [Stony]

XII

–¿Tony está molesto?–preguntó burlonamente.

–No, déjame en paz–aparté unas cuantas ramas que obstruían mi vista–Thor está ahí enfrente, ve a molestarlo a él.

–Oh, pero yo te quiero molestar a ti Stark–el ojiverde sonreía con sorna–Además no entiendo porqué estás enojado.

Bufé y traté de adelantarme, pero no demasiado pues hasta enfrente estaba el par que trataba de evitar.

–Dijiste que no había nada entre Rogers y tú, y nunca hablaste sobre tu no cita con él, yo no sabía que no te gustaría la compañía de ella–se cruzó de brazos.

Yo paré en seco.

–¡No lo hay!–todos los presentes voltearon en nuestra dirección, mi voz se elevó más de lo que habría querido–No se me queden viendo, ya casi llegamos.

Se miraron confundidos entre sí pero siguieron avanzando.

–¿Entonces fue por eso?–Loki frunció su ceño–Por eso dejaste que Peggy viniera...¿Porqué no te conté sobre mi cita con Rogers?–miró al suelo al mismo tiempo que se encogía de hombros–Eres un idiota–farfullé.

–Lo siento, me dejé llevar por el momento.

–¿Qué momento?

–Ah...¡No lo sé!–me miró–Debiste decirme lo que sucedía entre ustedes dos, así tal vez, no estaríamos en ésta situación.

–¿Ahora es mi culpa?–asintió–Increíble.

–Lo arreglaré–sonrió–Lo prometo.

No tenía ni idea de lo que planeaba, sólo esperaba que funcionara, quería al rubio a lado mío, no al de esa castaña.

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Mis manos subían y bajaban con ansia por su abdomen, al final éstas terminaron en su cabeza; acariciando su sedoso cabello, incitando a que siguiera explorando mi cavidad bucal de esa manera tan lenta que dejaba un delicioso sentimiento en todo mi cuerpo.

Nos separamos unos segundos para tomar oxígeno; mi lengua delineó su labio inferior y de un segundo a otro su boca atacó la mía nuevamente; nuestras lenguas se encontraron de nuevo bailando esa danza que ya conocían.

Steve se separó a regañadientes.

Unas cuantas pisadas se escuchaban cerca.

–No quiero esconderme Tony–farfulló mientras su frente se pegaba a la mía.

Yo tampoco quería hacerlo, no desde que Peggy comenzó a rondar siempre muy cerca del chico que tenía delante.

–Bien–besé su mejilla–Les diremos después de lo que planea Loki.

Sonrió de aquella forma que tanto me gustaba.

–Tengo que decirte algo pero te lo diré cuando estemos solos de nuevo–besó mis labios castamente y miró por encima del pequeño árbol en el que estábamos recargados–¿En treinta minutos?

–Te veré en treinta minutos Capitán–le sonreí ladinamente.

El frío de la tarde llegó a mi cuerpo en cuánto el cuerpo de Steve se alejó de mí.

–¿Era Steve? ¿Qué quería?–Natasha, Bruce y Clint llegaron a mi encuentro.

–Quería robarse mi leña–reí internamente, Steve robando...en mil años eso sucedería.