Capitulo I.
Era el mejor día del año, un lunes del mes de febrero, sí, supongo que no a muchos les gusta los lunes, pero este lunes era diferente, el clima estaba cálido, no estaba frío tampoco caliente, el sol alumbraba plácidamente desde su altura, el viento soplaba lentamente como una suave brisa, las aves revoloteaban por los arboles que circundaban aquella casa que parecía abandonada, prácticamente así lo era, una casa abandonada donde solamente vivían tres personas.
Eran una familia particular, la formaban Carlos, el padre, Estéfani, la hija y hermana, y Jorge el hijo y hermano.
Ya hemos dicho que la casa parecía abandonada, pero ya vemos que no era así, al menos no del todo. Solo lo parecía por fuera, la fachada estaba des pintada y así seguirá, al menos hasta que acabe esta historia.
El jardín estaba descuidado, no había señal de vida en aquel lugar, pero por dentro todo estaba diferente, era lo único que daba color a aquel lugar, pero a nadie le importaba, y supongo que no debería importarnos a nosotros tampoco así que dejaremos la decoración de la casa de lado, por ahora.Volviendo al día, sí ese lunes de febrero que tanto encantó a nuestro héroe, la brisa besaba su cara, en realidad besaba a todos los habitantes de aquella ciudad pero solo él la sentía, o eso era lo que él creía, al ver a todos pasar sin detenerse.
Caminó hasta el jardín del centro donde había pasado los últimos días libres que se permitiría antes de volver a trabajar. Se sentó en una banca en el lugar más escondido de aquel lugar, no era que no le gustara la compañía de las personas, sino que simplemente cuando leía le gustaba sentarse en el lugar más remoto que pidiera encontrar, saco un libro de su mochila, se dispuso a leer, el viento amainaba entre las copas de los árboles donde las aves hacían sus nidos y se amaban.
Recordaba a su madre en aquella soledad que tanto amaba, era el único momento de su día a día que se permitía recordarla, ahí podía escuchar su voz, recordar las últimas palabras que le dirigió.
Se envolvió en recuerdos y sintió soñar con lo que alguna vez fue su familia.El viento aumentaba mientras el sol se permitía un descanso entre las nubes, Jorge decidió volver a casa, eran cinco o seis calles hasta llegar a casa, aunque la última estaba casi en el olvido.
—¿de dónde bienes tan tarde, guapo? —preguntó su hermana.
—solo salí un momento.
—¿quieres beber algo?
—no, gracias; descansaré un poco.
—deberías hablar con papá —le dijo su hermana mientras él se disponía subir a su habitación.
—está bien. Creo que lo haré mañana.
—¡hazlo hoy!
—está bien, iré en un momento.
—¡mejor! —sonrió Estéfani con una sonrisa que iluminaba su cara.
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EL AMOR EN LA ESQUINA
Teen FictionUna historia de amor diferente, constante y continua que te llevará a los rincones más oscuros del corazón de los personajes de este relato. ¿amor? ¿pasión? encontrarás todo en esta historia.