Capitulo II

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   Ahí estaba él, acostado en el suelo, sobre la grama mal podada del jardín, mirando al cielo que luchaba por seguir claro, miraba las nubes enarboladas retando al viento, miraba a las aves ir hacia sus nidos, incluso ellas tenían un hogar.

   Las hojas de los árboles comenzaban a caer, pronto no quedaría una sola en sus ramas, pronto llenarían el jardín con sus colores naranja, rojo y su color de muerte, y seguirían ahí, tiradas, hasta que desaparecieran porque nadie las limpiaría, serían una alfombra hasta el último día del otoño y tal vez, también en el invierno.

   Llegó Estéfani y se acostó a su lado, él la vio y se quedaron así largo rato.

—¿qué te pasa?

—nada, solo miró al cielo.

—recuerdas a Daevin.

—no lo se.

—¿lo has visto últimamente?

—¿por qué te importa?

—nada, solo preguntaba.

—trabaja en el periódico...

—ya lo sabía.

—¿quién te dijo?

—él...

—¿hablas con él? Pensé que lo odiabas.

—hablé con él hace unos días y me lo contó, pero quería escucharlo de tu boca.

—fue hace un mes.

—¿aún son amigos?

—no como antes.

—¿qué pasó?

—no recuerdas que me dejó solo en la escuela, era mi único amigo.

—no puedes ser tan duro con él, no después de eso...

—lo sé, pero ¿por qué te importa?

—creo que le pasa algo.

—qué podría pasarle.

—no lo se, es solo que su mirada está...

—está enamorado. Me contó algo, creo que anda a una chica. Rachel, sí, así me dijo que se llama.

—no, no es ella.

—¿entonces?

—no lo se.

—aaahhh, no sabes nada.

—no, lo que pasa es que, ayer después de clases, lo vimos con Rachel, estaban en el campo de fútbol, hablaban no se de qué, pero de pronto empezaron a levantar la voz, bueno él, y vimos cómo ella quiso alejarse pero él la detuvo, se lanzó a sus pies de una manera humillante, nadie daba crédito a lo que miraba...

—¿nadie? ¿Quienes?

—Chloe, Kim y yo.

—claro, las tres chifladas.

—déjame terminar.  Lo que siguió después es sorprendente, ella lo despreció le dijo que no lo amaba, pero la verdad es que él tampoco la ama.

—¿cómo lo sabes?

—porque él me lo dijo, incluso se lo dijo a ella. Solo la quería para olvidar a alguien, pero no se a quién.

—Aléjate de él, Estef.

—no puedo, siento que debo ayudarlo.

—¿por qué? —dijo levantando la voz y sentándose.

—recuerdas cuando éramos niños, cómo jugábamos, cómo nos ayudaba y nosotros a él, cuando jugábamos en la casa del árbol...

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2019 ⏰

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