Me sentía mal, no sé si era por lo que había pasado ayer o porque hace vario días que no estoy comiendo ni tomando mis pastilla. Pero lo que si sabia era que hoy es uno de esos días de los cuales mejora estando todo el día en la cama.
Mire a mi derecha y Emma no estaba. De seguro se levanto más temprano.
-Hola dormilona- dijo una muy contenta Emma, entrando al cuarto con el cabello mojado.
-Hola...- la salude soltando un gran bostezo.
-¿Qué te pasa? estas pálida- se acerco a mí y puso su mano sobre mi frente.
-Si no es na...-
-Llamare a los chicos, mi mama no esta así que...- me interrumpió. Antes de que pudiera decirle algo salió corriendo de la habitación. Lo que menos quería era preocupar a los demás. Y conociendo a mis hermanos, harán un lio sobre este pequeño mal estar que tengo.
-ALISSON!!!- Sentí los gritos de mis tres monitos, aunque a veces insoportables, hermanos.
Estaba por gritar en forma de contestación, cuando de repente se repentinamente la puerta blanca, haciendo que chocara contra la pared, lo que ocasiono que cayera algunos cuadros de fotos de Emma.
-¿Te sientes bien- Pregunto Tobías.
-¿Te tomaste tus pastillas?- siguió Andrew.
-Sabias que ese chico te iba a contagiar algo...- prosiguió Elías.
Los mire incrédula y más a Elías, estos chico sí que eran sobre protectores.
-Si estoy bien, es solo un poco de dolor en mi pancita- Respondí frotándome mi estomaguito y haciendo puchero.
Los tres se acercaron a mí, y se sentaron en mi cama, me observaron y el primero en romper este silencio, que en mi opinión, era incomodo, fue Elías.
-Se los dije ese chico tenia gérmenes…- volvió a repetir lo mismo Elías, lo que provoco una sonrisa sincera en el.
-¿Qué te pasa Ali?- pregunta serio Andrew.
-Nada solo, no tengo ganas de ir al instituto hoy- dije sonriendo de lado.
Los dieron algunas miradas entre los tres y al final el que hablo fue Andrew.
-¿Vas a poder quedarte sola?, no va a estar nadie en casa- Dijo Tobías.
-No es la primera vez que me voy a quedar sola- dije sonriendo.
-Bueno, cualquier cosa nos llamas, entendiste señorita- Elías, a veces se creía mi padre.
-Si señor- le hice un saludo militar.
-Entendiste Ali, avísanos por si alguien quiere entrar a asesinarte, y no sabes que hacer llama tus hermanos que después de media hora van a estar aquí- dijo Emma, desde la puerta, con un tono sarcástico. No me había dado cuenta cuando llego.
En respuesta de su sarcasmo, los tres monitos la fulminaron con la mirada.
Después de decirme las cosas que podía y no hacer estando sola.
Nº 1: No cocinar nada. Según ellos voy a quemar la casa.
Nº 2: No salir de la casa. Hasta que ellos llegaran, ósea hasta las cinco de la tarde.
Nº3: (para ellos el más importante de las reglas) No invitar a la casa a ningún amigo –hombre- estando sola.
Esa era su lista, pero la mía, era diferente.
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An Extraordinary Love
RomanceAlison Hamilton una chica de 17 años afectada por la muerte de sus padre. Tendrá que cambiar su vida radicalmente, cambiarse de país, con sus hermanos, a ir a vivir con su tía y sus dos hijos. Pero todo cambia al conocer a Matt Lonner el chico mas b...