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25

Poco después, el móvil de YoonGi comienza a sonar. En pantalla apareció el nombre de su tío. Dio unos cuantos suspiros antes de presionar el botón «aceptar» y llevar el aparato a su oreja.

Antes de que tuviese tiempo de saludar, su tío habló. —YoonGi, ¿dónde estás? —este se encontraba agitado y un tanto desesperado.

—Estoy aún en la parada de buses que queda cerca del hospital. —dice, mirando los autos pasar.— ¿Por qué? ¿Ocurre algo?

—Por favor, ven al lobby; es importante. —dicho esto, cuelga.

Al pelinegro le llamó la atención la voz temblorosa de su tío al solicitar aquello, por lo cual guardando su celular en el bolsillo, decide regresar al hospital un poco preocupado.

«¿Qué es lo que está pasando ahora?» se preguntó.

Al llegar, fue a dónde le había dicho su tío con anterioridad y al encontrarle, se encaminó hacia donde él estaba.

—Tío, ¿qué ocurre? —pregunta inquieto.

—JiMin empeoró. —confiesa con lágrimas en los ojos. —Cuando te fuiste, comenzó a gritar y se deseó a sí mismo la muerte. Esto le sumó un daño a su enfermedad y tuvieron que sedarlo. El doctor dice que teme que haya que trasladarlo a intensivo hoy. —termina, tembloroso.

YoonGi sintió su corazón doler. No podía creer lo tonto que había sido al seguir discutiendo con el menor. Nunca se le pasó por la cabeza que eso podía hacer empeorar su estado.

—¿C-cómo...? —dijo en un hilo de voz, no pudiendo terminar con lo que iba a decir, dejando que pequeñas lágrimas caigan de sus ojos.

Sí, se sentía culpable.

Era su culpa.

Por eso JiMin estaba ahí ahora.

—Señor Park. —el doctor abre camino hasta llegar a su lado. —Estamos por hacerle nuevos exámenes a su hijo. Le pediré que, por favor, espere pacientemente junto a su esposa en la sala de espera. Lo buscaré tan pronto tengamos los resultados.

—Doctor, ¿no puedo subir? —inquiere un padre preocupado.

—Tristemente, no. JiMin está sedado y rodeado de profesionales que nos ayudarán a tener una actualización de lo que le sucedió. —dando una corta reverencia, se retira del lugar.

El pelinegro al escuchar lo que había dicho el doctor, se sintió peor, no pudiendo con la carga solo decidió hablar.

—Tío, es mi culpa que JiMin este así ahora. —confiesa, llevando una de sus manos a su cabello para tirarlo hacia atrás con frustración.— No debí seguir con la discusión de antes... Y-yo realmente lo siento mucho.

—YoonGi. —su tío susurra, tomando sus manos para que ya no tire más de su cabello. —No es tu culpa, así que no te culpes. —dice en voz baja, dejando ir las manos del menor antes de suspirar. —Sé lo de JiMin y tú.

—Lo sé, y no sabe cuán agradecido estoy con usted. —confiesa.— Gracias por no decirle a mis padres sobre esto... Ellos me matarían vivo si se llegasen a enterar.

—La verdad es que no son muy buenos disimulando y te lo dice alguien que disimula desde que tiene ocho años. Los besos, las caricias, la forma en la que se miran; he sido testigo de todo eso. Incluso escuché, por desgracia, cómo estrenaban la casa. —confiesa, haciendo que su sobrino se sonrojará.— Conozco a tus padres, específicamente a tu madre, y permíteme decirte que no son muy justos contigo. Es por eso que te quiero como si fueras mi hijo y no como mi sobrino. —dicho esto, hace una pausa. —El punto es que sé lo que significan el uno para el otro y, créeme, esta es una de las tantas discusiones que vas a tener con JiMin a lo largo de la relación. Sabes cómo de obsesivo y posesivo es mi hijo contigo.