EL VIAJERO DE MUNDOS

CAPITULO VEINTINUEVE: FUERA DE LA GRAN GUERRA

Regresé...

Mire a mi alrededor y todo era como recordaba.

Toguro (T) - Hay que bajar de la carreta, me muero de hambre.

Bajamos de la carreta. Mi mente aún seguía aturdido y recordé lo que tenía que recordar.

Yuuta (Y) - Chicos, esperen...

Todos se detuvieron.

Yū - ¿Qué ocurre amo?

Y - Hay que regre...

Lo pensé por momento y por miente paso la vez que me alcanzó aún cuando la distancia era considerablemente grande.

Huir no es una opción...

Con ese pensamiento mi mundo se cerraba de nueva cuenta.

Toguro (T) - Miren, ahí hay un anciano, podemos preguntarle que tal esta el lugar para pescar.

¿El anciano? ¡MAMMON!

Tome del brazo a Toguro para detenerlo pero mi podía pensar en que hacer después de eso.

T - ¿Qué pasa Yuuta?

Me puse al frente de todo.

.... Tendré que improvisar.

Y -Eres el demonio Mammon, ¿cierto?

Todos se sorprendieron por mi afirmación y le clavaron la mirara sobre Mammon.

Mammon - Vaya, no creí que sería descubierto tan rápido.

Todos se pusieron en guardia al escuchar que afirmó lo que yo había dicho.

Y - Bueno, no sabía que estabas disfrazado. Y puedo preguntar, ¿cual es el honor de que alguien tan importante nos visite?

Mammon - ¿Qué te asegura que no estoy aquí por pura coincidencia.

Y - Bueno, si fuese así nos dejarías ir, pero dudo que pase eso, ya que hice enojar a alguien a quien no debía ¿Cierto?

Mammon - Oh, eres interesante humano. Y a quien crees que hiciste enojar.

Y - Es obvio ¿No? Al que te mando aquí... El principe Jarvan te envío para que nos eliminaras.

El rostro de Mammon noto por un segundo sorpresa. Parecía que no esperaba que lo supiera.

Mammon - Ya veo. No creí que lo supieras, ahora tengo menos motivos para dejarlos ir con vida.

Todos se sorprendieron al decir que estaba en lo correcto.

Julio - Es imposible que el señorito Julio haga algo como eso... Imposible...

Y - Que tal si negociamos Mammon.

Era increíble el rostro que puso Mammon al escuchar esas palabras.

Y - Déjanos ir, a cambio haremos que nuestros compañeros que están observándonos no le digan a nadie que el príncipe te contrató para hacer algo como esto, de seguro que te pidió que nadie se enterara.

Era un plan sencillo pero eficaz. Un plan de cobardes pero no podía darme el lujo de actuar como caballero ante esta situación.

Mammon se quedó en silencio unos segundo y después solto una risa.

Mammon - ¿Un humano diciendo eso? Debes estar en la desesperación absoluta.

Lo peor es que lo estoy. No quiero que vuelva a pasar todo aquello.