Hola Young Bin!(Young Bin)(JaeSeong)

capítulo°1

Los alumnos en ese salón se ponían de pie con lujuria, puesto que había sonado el tan esperado timbre de las 10:30 am, osea el recreo.

—Por fin!—exclamó un chico con cabellos temidos de rubio llamando la atención de sus amigos.

—Hey In Seong, el profesor aún está aquí.—reclamó en voz baja Young Bin palmeando su hombro.

—Ay~ lo siento, realmente no me di cuenta.—dijo tocando su nuca.

—¿Cómo te vas a dar cuenta?si te pasaste este último turno de clases durmiendo.—dijo Jae Yoon provocando que sus amigos rieran mientras salían de su aula camino a la cafetería de la escuela.

—Es que, las clases de ese profesor dan sueño, además ya saben como soy, saben que no reprobaré la materia, puede que no preste atención pero ya saben que luego estudio lo esencial para aprender el contenido....

—Si si ya, no te pongas a explicarnos tu manera tan rara de estudiar y corramos en busca de una mesa que me muero de hambre.—dijo esta vez Young Bin quien tenía el cabello rubio también lo que unos tonos más claros.

—Hey, más respeto!—dijo In Seong fingiendo estar ofendido.

Los chicos finalmente encontraron una mesa desocupada entre todas aquellas que estaban cargadas de estudiantes...es como si aquella mesa estuviese vacía esperando mágicamente a que ellos aparecieran para ocuparla.

Se sentaron Young Bin y Jae Yoon mientras que In Seong iba por la comida de los tres.

A lo lejos una chica observaba a los dos que estaban sentados en la mesa con una amplia sonrisa.

—Si lo sigues mirando así en cualquier momento crearás un mar de baba.—dijo una chica pelinegra.

—Basta Yi Han, ni siquiera me dejas fantasear de lejos!—dijo Jae Rim empujándola levemente.

—Si yo fuese Young Bin andaría con una caja en la cabeza al estilo Marshmello para evitar que me abras un agujero en el rostro.—dijo entre risas y su amiga la miró mal.

—Yah~ Yi Han!—dijo la chica de cabello castaño golpeando la cabeza de la nombrada para evitar que siguiera fastidiándola.

Ella sólo quería "acosar discretamente" a su amor imposible.

—Yah~ Binnie, ¿esa no es la chica divertida de siempre?—preguntó Jae Yoon señalándole a Young Bin una mesa que estaba algo lejos de la de ellos.

—No es divertida es molesta, y sí, mejor ni la mires, es muy capaz de venir hasta acá.—dijo restándole importancia al asunto.

—¿Por qué esa chica actúa así?—preguntó Jae Yoon tocándose la barbilla.

—Tal vez le gusta Young Bin.—soltó de repente In Seong para luego darle una mordida a su sandwichs.

—No por favor, ya suficiente tengo con su acoso...

—Bueno ¿qué otra razón aceptable iba a tener para acosarte que no fuese esa?—dijo Jae Yoon mirando su bebida mientras preguntaba a su amigo el cual no se veía muy emocionado por su situación.

—Ay no sé Jae, tus preguntas son demasiado complicadas y tengo muchas cosas en las que pensar más importantes que las razones que tiene esa chica para andar mirándome todo el tiempo.—concluyó llevándose un asentamiento del que antes lo había cuestionado.

Por su lado la chica que no dejaba de mirarlo al ver como los chicos se ponían de pie con intenciones de irse ya que habían terminado de comer, se puso de pie junto a su mejor amiga y se acercó como solía hacer normalmente.

—Hola Young Bin!—dijo animada a las espaldas del chico y este se volteó sin expresión alguna.

Totalmente neutro.

—Hola.—dijo para luego esbozar una falsa sonrisa.

—¿Cómo estás?—preguntó trantando de no sonar nerviosa.

—Muy bien gracias, pero estoy apurado y mis amigos están esperando por mi, adiós.—habló con rapidez y sin más se alejó de la chica que se quedó con las palabras en la boca.

Su amiga que estaba parada unos pasos atrás se le acercó.

—¿Estás bien?¿Jae Rim?—dijo moviendo su mano frente al rostro de su mejor amiga trayéndola de vuelta a la realidad.

—Es la primera vez que logro escuchar tantas palabras provenientes de él, el mismo día!—dijo para luego tapar su boca y dar un pequeño grito de fangirl.

—Y eso es algo totalmente insignificante, ni siquiera tienes idea de que es tener una conversación apropiada con él, no te emociones con esa minúscula acción.—advirtió la pelinegra.

—Yi Han, es un buen comienzo, antes sólo me ignoraba cuando lo saludaba, ahora por lo menos me devuelve el saludo.—dijo evitando el hecho de que el chico se había excusado para huir lejos de ella lo antes posible.

No quería pensar en eso, sólo quería estar feliz.

—Bueno, como digas, sólo por favor, no quiero tener que recoger los pedacitos de tu corazón unos días después como siempre pasa cuando te das cuenta de la poca importancia que tienes en su vida...

—Si si, ya sé, no me lo recuerdes.—dijo y su amiga asintió y comenzaron a caminar hacia las bancas que estaban lejos de la cafetería.