-Billie-Sus labios carnosos y rosados me decían algo pero no la podía escuchar .
Su mirada me pedía a gritos que me acerque y la abrace de forma interminable, me pedía ayuda.
De espaldas ante mi podía contemplar su larga cabellera moverse por la fría y gelida brisa. Quería tocarla y sentir el calor de su piel.
Alargue mi mano para apoyarla en su hombro y como si fuera un fantasma, se desvaneció en el aire.
Me removí en la cama algo frustrada por el hecho de que eran las seis de la mañana y mi despertador había comenzado a sonar. Frote un poco mis ojos y mis pensamientos se fueron a ese extraño sueño.
¿Quién era ella y por qué sentía que necesitaba mi ayuda?
Era la primera vez que la soñaba y me había dejado una sensación extraña en el estómago.
Intenté dejar esos pensamientos de lado y salí de la cama en dirección al baño. Una larga ducha de agua tibia logró despertarme y fue mi incentivo para comenzar bien el día.
Elegí mi ropa y me dirigí a la cocina para desayunar con mis padres y Finneas.
Mientras comía un tazón de fruta recordé que hoy es el primer día como asistente de Michaela. Parecía una buena chica y no tenía dudas respecto a eso, sin embargo no podía negar que me ponía un tanto nerviosa tener que conocerla y pasar gran parte de mi tiempo con ella.
-Y entonces esa chica llamada Ruth intentó seducir a Billie.-Finneas se indignó junto a mis padres, pero estaba tan sumergida en mis pensamientos que no conteste.-¿No es cierto Bill?.-Un trozo de arandano dio justo en mi ojo al mismo tiempo en que levantaba la mirada para responder y quedé algo aturdida.
-Mierda Finneas, ¿que no ves que aún es muy temprano para joder?.-Pasé mi mano por todo su pelo y el se removió incómodo apartando mi brazo.
-¡Billie! Sabes el tiempo que me lleva peinarme en las mañanas.-Se peinó desesperadamente con los dedos y suspiró frustrado.-Es muy difícil que quede así de arreglado.
-Tu madre te comprará un nuevo gel para que sea más fácil de peinar.-Habló mi padre mirándome y riendo con complicidad.
-¡Ya, ambos! Dejen de molestarlo.-Dijo mi madre a la vez que apretaba una mejilla de Finneas. Se me hizo imposible no estallar en risas a la misma vez que mi padre.
-Ya quisieran tener mi increíble pelo y el amor de mamá.-Finneas le dio un beso en la mejilla y siguió comiendo su desayuno.
Situaciones y discusiones estúpidas como éstas era por lo que se caracterizaba mi familia.
Hoy le tocó a Finneas ser molestado pero en ocaciones era a mi a quién ponían como objetivo y ya no me parecía tan divertido cuando era así.
-¡Debemos darnos prisa!.-Mi mamá observó el reloj en su muñeca y se levantó de la mesa.-Ya casi es hora de irnos.-Terminé mi jugo a toda prisa y me dirigí a mi habitación para guardar algunas cosas esenciales en mi mochila.
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.NOSOTRAS. | Asistente personal de Billie Eilish
FanfictionArgentina y Estados Unidos. Buenos Aires y Los Ángeles. Parece casi imposible que el destino pueda unir a dos personas que viven a una distancia casi abismal. Pero lo que no sabíamos era que nuestra historia ya estaba escrita y tenía un final. Estab...