Argentina y Estados Unidos.
Buenos Aires y Los Ángeles.
Parece casi imposible que el destino pueda unir a dos personas que viven a una distancia casi abismal.
Pero lo que no sabíamos era que nuestra historia ya estaba escrita y tenía un final.
Estab...
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🖤
-Billie-
-Es el tercer vestido que me pruebo. ¿Por qué en ninguno me entran las tetas como me gustaría?
Intenté no reír cuando Michaela metió sus manos en el busto de un vestido rosa y acomodó sus pechos frente al espejo.
-Porque te estás probando vestidos de diminutisimas proporciones. Tus pechos piden espacio ahí dentro.
Michaela rodo los ojos y siguió intentando.
Salí de la habitación privada que nos habían dado para probarnos ropa y busqué a Simone en su oficina.
Toqué la puerta dando dos golpecitos.
-Adelante.-Abrí la puerta asomando mi rostro y Simone dejó su computadora de lado para mirarme con una sonrisa.-Billie, querida. ¿Todo marcha bien?
-Tenemos un problema con el vestido de Michaela. Sus pechos no entran en él.
-Estoy segura de que le di la talla correcta, pero de todos modos iré a asegurarme.-Seguí a Simone hasta el cuarto dónde estaba Michaela y apenas la vió, quitó sus manos del interior del corpiño. Se había ruborizado.
-Linda, tú no te amoldas al vestido, el vestido se amolda a ti. Y si eso no sucede es porque no es el indicado.
-Tienes razón.-Su actitud de "me rindo con esto" fue notoria. Me senté en un sillón individual frente a ella y la miré.
-Me da la impresión de que estás en la onda equivocada. Ese vestido que llevas puesto es hermoso pero muy rosa y adolescente para ti.-Repase a Michaela con la mirada mientras ella se movía con impaciencia.-Siempre vistes colores fríos. Azul, violeta y en su mayoría negro y rojo. ¿No te gustaría probar con un vestido de estilo gótico? Con encaje y una tela que se amolde a tu figura.
-¿Eso sería apropiado para asistir a una gala de Vogue?.-Le sonreí.
-Es moda, nena. Lo que quieras usar, estará bien si te sientes cómoda.
-Tengo un diseño que me parece iría perfecto contigo.-Simone tecleo en su tablet algunas cosas y asintió satisfecha.-Aún está disponible. Es de la colección pasada y eso significa que es un vestido nunca antes presentado por mi marca. Y eso, lo hace único.
-Va perfecto contigo.-Sonreí cuando a Michaela se le ruborizaron las mejillas.-¿Quién se ruboriza ahora?
-Serás tú la próxima si no paras.
Simone nos observaba con curiosidad y sabía que ambas haciamos una fuerza descomunal para no estallar en risas.
-Lo traeré.
Ambas le agradecimos a Simone antes de que saliera de la habitación y me quedé en mi lugar observando como Michaela se quitaba la prenda rosada.
