(Disculpen la demora. Disfruten)
💜
-Billie-Sus labios carnosos y rosados me decían algo pero no la podía escuchar. Su mirada me pedía a gritos que me acerque y la abrace de forma interminable, me pedía ayuda. De espaldas ante mi podía contemplar su larga cabellera moverse por la fría y gélida brisa. Quería tocarla y sentir el calor de su piel. Alargue mi mano para apoyarla en su hombro y como si fuera un fantasma, se desvaneció en el aire.
El tono de llamada de mi celular me hizo despertar sobresaltada.
-Maldición.
Existían dos razones por las cuales maldecir esa mañana.
La primera era porque me resultaban molestas las llamadas cuándo tenía una hora extra para dormir. Y la molestia se incrementaba si el número que me llamaba, era desconocido.
La segunda razón era porque soñaba con lo mismo desde hace algunas noches y sabía perfectamente que era equivalente al tiempo que conozco a Michaela. Sabía que la chica en mis sueños era ella y me negaba a soñarla.
No quería que me guste, no quería porque significaba que si el sentimiento no era reciproco, se sentiría terriblemente incómodo para ambas y eso podía significar perder su amistad y compañía.
No estaba dispuesta a perder a una de las pocas personas que valía la pena y en las cuales sentía una amistad sincera.
Me dije a mi misma que tenía que olvidarlo, dejarlo pasar y ya. Lo mas seguro era que pronto los sentimientos extraños por Michaela desaparecerían.
-Hola.-Atendí la llamada con la voz áspera y adormilada.
-Buenos días, Billie. ¿Tienes algún compromiso ésta noche? Porque tú y yo tenemos una cena de gala a la cuál asistir.
Fruncí el ceño y me senté en mi cama sin entender.
-¿Quién eres?
-Vamos Billie. ¿No reconoces mi voz?. -Comencé a balbucear cosas con poco sentido de comprensión, seguía dormida aún.- Soy Anya.
-Anya, hola.-Me sentía algo confundida por su llamada.-¿Cómo conseguiste mi número? Recuerdo que tú me diste el tuyo, pero yo no te dí el mío.
-Hice un algunos movimientos y lo conseguí, fue sencillo. Por cierto, no me has llamado. Tengo un plan para revocar a Charles de una puta vez por todas.
-Voy a ignorar el hecho de que al parecer conseguir mi número es muy accesible y escucharte, así que cuéntame qué tienes en mente.
Me levanté de la cama y mientras hacía mi rutina matutina con el auricular del celular pegado al oído, presté atención a cada detalle de lo que Anya me estaba contando.
ESTÁS LEYENDO
.NOSOTRAS. | Asistente personal de Billie Eilish
FanfictionArgentina y Estados Unidos. Buenos Aires y Los Ángeles. Parece casi imposible que el destino pueda unir a dos personas que viven a una distancia casi abismal. Pero lo que no sabíamos era que nuestra historia ya estaba escrita y tenía un final. Estab...