IV

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¿Como por qué debía seguir su orden? Es asistente de John, No de él.
En tanto iba bajando las escaleras vio a John subiendo por las mismas.

—Buenos días.—lo detuvo John.—Aquí se les suele saludar a alguien a pensar de que no se lleven.

Sherlock notó que no había dormido en días, tal vez semanas.

—Lo siento, buenos días...—respondio.

—Podrías llevarme un café, sin azúcar. Estaré en mi oficina.— retomó su caminata.

—Claro.. ¡Oh, Por cierto señor! hay alguien esperándolo en su oficina.

—¿Ah sí?, ¿Quién?

—El Señor Lestrade.

¿Cuántos ‘Señor’ había dicho ya?

John rascó su cabeza acomodando su cabello.
—Gracias. Espero mi café.—
Terminando de decir esto le guiño a Sherlock. Este solamente bufo rodando sus ojos. No solo tenía que buscar a ese tal ‘Sebastian’ si no también hacer café.

—Sé que no tienes nada que ver con él ¡Pero era una muy buena relación!, ¿cuanto llevaban? ¿dos meses? — sin darse cuenta rompió el lápiz que traía en mano.—Carajo...

—Lo cobraré de tú sueldo.—comento riendo.—Lo bueno no dura para siempre.

—¡Por amor a dios!, ¡ahora me sales con un verso!—empezo a reír.

—Callate. Ni siquiera sé quien madres dijo eso. Trevor y yo duramos lo que teníamos que durar. Era bastante ruidoso ¿Sabes?, Se quejaba mucho.—Levanto ambas cejas varias veces.—

—Eres un caso perdido, Watson. ¿Qué me dices que tú asistente?

—¿Quién? ¿Sherlock?—Lestrade asintió.

—Es atractivo, tiene gran retaguardia aunque la ridícula gabardina que trae no me permite ver más allá.

—¿Te gusta?—mordio su labio inferior.

—No seas ridículo ¡Es un niño!

—Por eso...

John iba agregar algo más de no haber sido interrumpido por el sonido de la puerta.

—Genial... Adelante.— dijo sobando sus ojos.

—Una disculpa, su café.— Lo dejo un lado de los lentes de John.

¿Tan rápido? Pensó John.

—También le traje uno a usted —refiriéndose a Lestrade.

—Oh... Muchas gracias.—lo tomo en mano.—Es un buen asistente.

John sabia a lo que se refería, solo se limitó a entre cerrar sus ojos sonriendo bebiendo del café y dejándolo en su sitio.

—Bien... No hay que esperar a mañana, le diré a Mary que vaya pasando a los que quieran el puesto de secretario.

—¡Hablas mucho! ¡Callate!—solto John sobando su cien recargándose más en el respaldo. Lestrade sólo sonrió.

—Entonces no hay más café para ti.—tomó el café que le había traído Sherlock y salio con dos cafés en mano cerrando la puerta fuertemente, sin tirar ninguna gota.

—¡Ahg, Lo odio!—volvio a colocarse sus lentes con los ojos cerrados.

—¿Desea que le traiga otro café?

¿Aún seguía aquí?

—No te molestes. Creo que me ire temprano, necesito descansar. No tengo nada importante que hacer, ¿verdad?

››Secretaries‹‹ | JohnlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora