XI

367 44 19
                                    


Después de varias preguntas Lestrade soltó toda la sopa confesándole la situación en la que se encontraba Jim.
Prometiendo que no diría nada a las demás, que lo más seguro ya supieran, Sherlock no sabe guardar secretos.

Sebastian llevó los documentos del día de entrega que Jim le pidió.

—Señor... Los papeles que pidió...

Jim miraba la pizarra que estaba a su espalda, no quería ver a su futuro ex- esposo.

—Dejalos ahí, Morán. Puedes irte.—hablo cortante y seco.

—Jim-... Moriarty debemos hablar respecto a lo-...

—¿Respeto a qué?—lo interrumpió.— ¿Ahora si hablaremos?—Giro su silla con los ojos completamente rojos, lo más seguro de tanto llorar.

—Sabes que lo mejor es que no tenga al bebé...

—¡Hablas por ti mismo!, ese hijo que llevas AHÍ —señalo su vientre con su dedo indice—, también es mío, Sebastian...

—Lo sé... Sé que es tuyo, ¡por eso no lo quiero tener!—Grito empezando a llorar.

—¡¿De qué mierda estás hablando?!—

—...No tiene caso esto, ya te entregué los documentos— se dirigió a la puerta limpiado sus mejillas, Jim reacciono a tiempo aprisionándolo contra la puerta mirándolo con deseo y con ganas de matarlo.

—Dejame ir, Jim. No tiene caso se acabó... ¡Ya no quiero nada contigo!

—Tan si quiera da me la razón por la que me dejas...—ahora el lloró.

—Jim... No tiene caso... Seguiré trabajando para pagar mis propias cosas, no te necesitó... Ya no...

Los instintos de Jim dieron con los labios del menor, quien no aceptó el beso forcejeando su agarre.

—¡Sue-sueltame!

—...Eso era lo que creía... Te veré en la tarde para supervisar a los modelos. Largate.— regreso a su escritorio.

—¿Qué...?

—¡Que te vayas!—tomo el envase de lápices es tapándolo contra la pared, a un lado de Sebastian.

—¿Ahora entiendes por que quiero el divorcio?—salio de la oficina cerrándolo con fuerza tirando un cuadro de Jim.

En que me he convertido...”
_________________

Y ahí se encontraban. Tres alfas con sus tres secretarios. Parados atrás de ellos con una libreta y pluma en mano.
El supervisor Mike Standford estuvo presente solo los primeros minutos, no sin reprender a John por demorar por el nuevo álbum.

—¡Mis ti vili mijirir, Witsin!—a remedo una vez el supervisor salió del salón. A pesar de que Jim no estaba de humor río ante eso —Que estúpido.

—Debs admitir que es tierno cuando se enoja.—comento Lestrade.

—De acuerdo sí, es tierno. Pero aún así lo odio.

—¿Tardarán mucho?, quiero regresar a casa.

—Greg miro su reloj.— llevamos media hora aquí, Jim.

—¡AHG!—giro su silla mirando de reojo a Sebastian que lo miraba.—¿Por qué los pusiste hasta allá, Watson?—miro a John.

››Secretaries‹‹ | JohnlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora