Harry Evans El Mago Gris [Terminada]

advertencia

Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.

Solo nos pertenecen los OC.

N/A: Diego y Laura: Buenos días, tardes o noches a todos. Finalmente, hemos comenzado con "El Cáliz de Fuego", donde trataremos de seguir el Cannon, pero también dando nuestra propia pincelada.

Advertencia...

Los magos temían seriamente, que el atentado contra el Ministro Fudge, se tratara de un intento de los Mortífagos por tomar el poder, así que cada ciudad, de cada nación constituida del Reino Unido: Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte; trataba de prepararse contra cualquier sospecha de que alguien pudiera ser un Mortífago.

Aunque aquello solo ayudó para que la tensión política mágica, se pusiera a flor de piel.

Mientras tanto, en lo que duraban las vacaciones, la familia Potter-Dudley-Evans, se había acostumbrado bastante a su vida en Coventry y ahora les avisaban que volverían a casa en Privet Drive #4. Al volver la encontraron limpia e incluso pintada con un agradable tono amarillo ligeramente anaranjado, del tipo que es usado en bus escolar británico o del tono de las señales de tránsito. Aquel color, tuvo un efecto psicológico en todos, de lograr tranquilizarlos. En el buzón de correo, Vernon encontró una nota que decía que no había ningún problema con sus vacaciones, otra que era para Dudley, por parte del colegio y decía practicamente lo mismo.

―Lamentamos que estas vacaciones hayan sido... ―pero Lily recibió un abrazo de Petunia.

―Oh vamos, no te sientas mal: cocinamos con leña, leímos muchos libros en esa casa, recuperamos nuestra amistad, los niños siguieron estudiando normal ―dijo Petunia, sonriéndole a su hermana, quien asintió, madre e hijo salieron de la casa, Lily convocó su escoba y la de Harry, disminuyó de tamaño las maletas y partieron a su hogar.

―Harry, ¿Qué libro desearías comprar? ―preguntó su madre, él la miró confundido.

―Sí, ya sabes: algo con lo que pasar el tiempo ―contestó ella.

―Medimagia ―dijo él con una sonrisa. Era solo para tratar de arreglar las cicatrices que le habían provocado su Horrocrux de corbata, que ahora se encontraba en el fondo del lago del Bosque Prohibido.

―Bien, lo compraremos, además de tus materias correspondientes ―dijo Lily, antes de que ambos aceleraran, para poder llegar a su hogar.

2 horas despues, hogar Potter en Escocia

Tras llegar a casa y desempacar, Esmeralda se puso a reptar por la casa y Kira la siguió.

―No hay ratones en la casa, chicas ―avisó Harry, en ambos idiomas.

―Si los hay ―contestaron ellas, se escucharon 2 chillidos que a Lily se helaron la sangre, pero Harry estaba normal.

―Oye, cariño ―dijo Lily― ¿Qué te gustaría comer?

En eso, Harry bajaba ya cambiado. Vestía una camiseta verde y un pantalón negro ―Podríamos ir a comer.

―De acuerdo ―dijo Lily ―Si dejas de lado tus problemas, por un día aquello estaría bien.

―No es culpa mía, que un loco con pésimo gusto por su nombre, calvo con nariz de serpiente, se obsesionara conmigo ―contestó Harry, pues era obvio que ambos hablaban de Tom Ryddle A.K.A Voldemort ―En serio, no entiendo a ese tipo, ¿si quiere ser malvado, porqué no se mete de político?, no hay nada más malvado que eso... mira a Hitler por ejemplo.

―Harry ―advirtió su madre, el mago solo se encogió de hombros y usando una Desaparición, hicieron acto de presencia frente al restaurante, donde Lily dijo que había separado una mesa, siendo guiados hasta ella. Pidieron su comida y se tomaron el almuerzo con total calma, sin prisas.

Luego de eso, fueron al cine a ver una película, como si fuera un día normal, porque lo era.

La pareja madre e hijo salieron del cine y usando una Desaparición, llegar a casa, donde estuvieron entreteniéndose un rato con Esmeralda y Kira, quienes habían quedado solas una gran parte del día.

Harry agradeció ese tipo de momentos, pues tenía algo que necesitaba desde hace ya mucho: paz. Aun así, no podía dejar su entrenamiento y el mundo mágico de lado, suspiró y subió a leer los hechizos que tenía de cada uno de sus libros, necesitaba estar listo para la próxima vez que alguien como Greyback apareciera u otro Mortífago.

No saben cuando odiaba Harry a Tom, por no dejarle estudiar tranquilo, aunque, de no ser por Tom, Harry no sería un Auror en estos momentos, sonrío para sí mismo.

―Gracias por hacer algo bien, Tom ―susurró Harry.

―Espero y este deseo tuyo de una parcial inmortalidad, solo sea para detener a Tom Ryddle, Harry ―dijo una voz detrás de él, el joven se giró con su varita de Nogal Serpiente en alto y abrió sus ojos al encontrar a Salazar ante él, a lo cual Harry se arrodilló ―No cometas el mismo error que cometió Tom Ryddle, no te rebajes a su nivel.

―No lo haré, lord Salazar ―dijo Harry.

―Eres un Peverell, eres un Potter, eres un Evans―dijo Salazar, mientras que el espíritu caminaba a su alrededor ―La sangre Slytherin corre por tus venas y has demostrado que puedes caminar en la línea Harry. No te desvíes― ¿Qué quería decir con eso? ―Tienes un libro de magia tenebrosa ―tomó el libro y luego lo lanzó al suelo ―Ya has creado un Horrocrux... ese estúpido de Herpo el Loco... ―gruñó ―Accio: Libro de Luz ―en la mano del hombre, apareció un tomo del grosor de una biblia, era de color blanco y en la portada decía "Aprenda hechizos de luz y cree hechizos usted mismo", lo dejó caer ante Harry ―Eres uno de mis últimos descendientes, Harry Evans y no permitiré que te conviertas en otro Lord Oscuro, ya suficiente tiene esta familia con ese estúpido de Ryddle. Ya creaste un Horrocrux y seguirás aprendiendo otros hechizos de magia negra, pues bien: ¡COMIENZA A ENTRENAR LIBROS DE MAGIA BLANCA, MOCOSO!

―Sí... Si señor ―dijo Harry y Salazar se desvaneció como un espejismo, mientras que Esmeralda reptaba feliz por el suelo. Harry tomó su pluma y escribió en la contraportada del libro, una runa de encogimiento, pero no la activó. Se levantó del suelo y luego tomó su libro de "Las Artes más Oscuras", lo puso junto al nuevo libro, aunque solo abrió el nuevo. La mayoría de esos hechizos no los había escuchado, solo reconoció el Patronus.

Tenía mucho por estudiar.