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Su sonrisa lo delataba completamente, tampoco es como si intentara esconderlo. Claro que después de un buen rato de carcajadas vendría la suplica para que parara de golpearlo.

Pero él sólo pretendía disfrutar el presente y no temerle al futuro.

Por su lado el moreno se veía que intentaba o contenerse, o estaba planeando cómo matarlo lenta y tortuosamente hasta que entendiera que no le agradaban sus bromas.

—Shou. —pronunció el nombre de ese chico y este ensanchó más su sonrisa como si un halago le esperara—. Te voy a matar y te acordaras de mí.

— ¿A sí? ¿Y qué hará un enano como tú? —siguió con su sonrisa. Era obvio que no le consideraba un enano, sólo le ganaba por unos diez centímetros y ya, pero cuando Yuu se enojaba era muy divertido pelearse con él.

— ¡Cállate! ¡¿Cómo te atreves a hacerle eso a mi bicicleta?! —su querida bicicleta, con la cual salía todos los días a todas partes y presumía que algún día sería un gran ciclista y participaría en las olimpiadas y demás cosas que se le ocurrían.

— ¡Exagerado! —soltó una carcajada—. Sólo le decoré un poco y le quité la cadena, no es para tanto. —decorar en ese momento era haber tallado toda la pintura y después pintarrajearle con marcadores de colores y pintura acrílica.

Yuu no aguantó más y se le fue a los golpes, como antes ya había hecho. Shou intentaba detener sus brazos mientras reía y reía, era tan divertido ante sus ojos ese moreno. Claro que le dolían sus puñetazos y patas pero no era para tanto, era más su diversión.

Sostuvo sus muñecas dejándolo forcejando y sin posibilidad de seguir lastimándolo más.

Más sus pies seguían intentando propinarle punta pies.

Shou llevó sus brazos a su espalda para sujetarlos con una sola mano y la otra tenerla libre para taparse las patadas. Yuu se sentía tan humillado por no poder soltarse del agarre del más alto así que decidió calmarse y sólo mirarlo con el ceño fruncido.

—Parecen niños. —otro de cabellos negros se les acercó mientras observaba “disgustado” sus comportamientos—. Ya suéltale, Kohara.

— ¡Tora! Creí que hoy no venías. —automáticamente soltó al más bajo dejándole libre, Tora terminó por estar a sus lados y saludó a ambos.

—Sólo tardé unos minutos, ¿Qué le hiciste ahora? —giró su cabeza a Yuu que seguía notablemente molesto, tal vez para Shou era muy divertido todo eso pero para él no.

—Sólo me divertí un poco, ya perdóname Yuu-chan. Prometo no molestarte en mucho tiempo. —se aproximó más a él estrechándolo con fuerza lo cual molesto más al otro e intentó apartarlo con todas sus fuerzas.

— ¡Ya! —gruñó empujándolo lejos—. Está bien, pero a la otra te irá mal. Ahora ponle la cadena a mi bicicleta.

The end.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora