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Manami al fin estaba fuera de riesgo. Habían transcurrido alrededor de dos semanas en las cuales Yuu había estado la mayor parte del día en el hospital y las noches en el bar dando servicios a todos los clientes que podía conseguir, casi parecía una clase de competencia por ver quién se acostaba con más clientes por la desesperación con la que el moreno llegaba a buscarles, eso era lo que pensaban sus compañeros, la verdad era que aquella hospitalización le estaba costando muchísimos yenes, el dinero que había ahorrado se le había acabado y el que había ganado por los trabajos que hizo para Takanori comenzaba a desaparecer también.

Esa noche se encontraba en el automóvil de dos hombres los cuales le habían contratado para un trío, una de las tantas cosas a las que solía negarse porque simplemente no le atraía la idea de permitir que dos penes entraran en su ano a la misma vez o por turnos, le era desagradable. Pero el dinero que le dieron por adelantado le había seducido para acceder a dicha propuesta.

Venían haciéndole preguntas de cualquier cosa, entre ellas morbosas, pero Aoi sólo se limitaba a decir que sí o que no pues estaba muy concentrado viendo a uno de ellos que se le hacía muy conocido pero no lograba recordar bien. Aparcaron el automóvil en el estacionamiento de un hotel para después bajar de este. Ambos se veían muy ansiosos mientras que el moreno sólo deseaba que aquellos no fueran unos sádicos o les gustara hacer cosas extrañas durante el sexo.

— ¿Sabes? La verdad es que no me esperaba que aceptaras venir, pero creo que ya sé porque lo hiciste. —dijo uno de ellos mientras le sonreía y caminaban directo a la habitación que se le había otorgado—. No recuerdas quién soy, ¿Verdad?

Ante esas palabras, Yuu estuvo seguro que sí le conocía, a los dos, pero quizás su mente estaba tan agotada esa noche que no le servía para mucho.

—Dime, zorra. —habían entrado ya a la habitación y ahora se daba cuenta de que por su comportamiento aquello no pintaba bien, lo aseguró después de lo que dijo— ¿Cómo sigue Uruha?

— ¿Se recuperó de la golpiza que le dio Tsuzuku? —agregó el otro de ellos con la misma cara burlona que tenía Hirotaka. Mamo.

A Aoi se le erizó la piel al dar con el recuerdo de esos dos, comprendía perfectamente porque no les había reconocido: aquella noche apenas y pudo verles las caras, pero ahora que se ponía más a analizas sus voces era más que obvio. Bien, también lo estúpido era otro motivo.

Lo primero que se le vino a la mente es que le pedirían dinero, le golpearían y después le pedirían más dinero. Pero la cosa no iba por allí, aquel par sí le había contratado para lo que le dijeron.


PARTE ELIMINADA PORQUE NO ES NECESARIA, NI APORTA NADA A LA TRAMA. 


— ¿Vas a quedarte ahí? —rió al verlo en el suelo respirando agitadamente mientras veía varias lágrimas salir de sus ojos—. ¿Estás llorando, nenita? —jaló su cabellera con su mano derecha haciéndole verle a los ojos, Aoi se mordió los labios. No estaba llorando porque le habían violado, sentía coraje hacia ellos y hacia el mismo por no haber podido defenderse.

—Suéltame, bastardo. —jaló sus propios cabellos hasta lograr zafarse. Se puso de pie con toda la fuerza y energía que le sobraba para luego buscar sus prendas para largarse de ahí lo antes posible. Se sentía pésimo y sería bueno regresarles su dinero y decirles que no lo quería, pero quizás eso le haría más idiota.

—"Bastardo" —repitió con el mismo tonó que había estado usando todo ese tiempo—. No sabía que te dolía tanto entregar tu culo a otras personas.

—Me da asco tener que hacerlo con insectos como tú. —se posicionó frente a él mirándole serio e inexpresivo. No iba a permitir que siguiera humillándole más de lo que ya lo había hecho, ese insecto de humano le había agotado la paciencia—. Te crees muy hombre porque tienes a otro imbécil tras de ti, ¿Por qué no intentas abusar de mí tú solo? ¿Eh?

The end.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora