— Me llama y me llama y...
Otra vez. Tapé mis oídos y largué un suspiro. Todos los días que estábamos en el campo cantaba la misma canción una y otra vez, ahora lo está volviendo a hacer. Soy capaz de ir a comprarle un boleto de avión a su novia solo para que venga aquí y se llevé a Mike lo suficientemente lejos de mí.
Maya se puso delante de la TV y la miré de mala manera. Ella me extendió un dibujo y la acepté. En el solo estábamos los mellizos, Maya y yo. Como no, nos dibujó como si fuéramos una familia feliz. Lo único bueno de este dibujo es que dibujo a Max como si fuera un payaso.
— Abby, Sam me pidió algo de hielo para su bebida, ¿me prestas tu corazón? —preguntó Mike al llegar a la cocina.
Maya se encogió en su asiento y se abrazó a si misma al ver mi cara. Dejé de mirar el dibujo y subí mi mirada lentamente para luego levantarme del sofá. Mike tragó fuertemente y salió corriendo hacia la cocina mientras oía como Maya reía a mi lado.
Le extendí el dibujo y ella se sentó nuevamente en el piso para seguir dibujando. Es tan extraño, se siente como si ella ya viviera aquí. Nilda nunca más me ha vuelto a escribir para que la lleve devuelta a su casa, creo que esto es una estrategia para que no la tenga que llevar más allí. No estoy diciendo que Nilda la odie, solo digo que debe de estar tan llena de niños que necesita que algunos les cuidemos a los más inocentes.
Maya al ver que los demás se dirigían hacia la sala guardó sus cosas y subió a la segunda planta. Algunas cosas teníamos en común, y siempre que hacíamos algo en lo que estamos totalmente centrados, queríamos total privacidad, completo silencio y que nadie se atreviera a molestarnos.
Miré a Sam.
— Así que mi corazón te puede servir para congelar tu bebida—asintió Sam sonriente—. Oh, me alegra saber eso. Ahora, deléitanos, Sam, ¿qué hay en tu corazón?
— En el mío, sentimientos—sonríe—, en el tuyo pingüinos y esquimales.
Levanté mi dedo del medio y estos negaron levemente con su cabeza. los dejé a ambos en la sala y caminé lentamente hacia la segunda planta. Miré mi móvil, solo son mensajes de Luke. al llegar a la segunda planta me detuve y me dirigí al balcón un segundo. Pasaron días desde aquella vez que fui al departamento para estar con los mellizos, desde aquel día que Luke y yo casi nos besamos. Luego de haberme hecho la idiota con ella, volvimos a la sala para ver la película, pero Luke se sentó lo suficientemente lejos de mí. Max no entendía nada de lo que le pasaba, pero apuesto a que sabía que algo pasó conmigo para que su hermano este así. Los siguientes días, cuando creí que iba a hablarme de eso, actuó indiferente como si se hubiera olvidado lo que casi pasaba esa maldita noche. Y no me molesta un carajo, pero... pero sentía que debíamos hablar sobre eso y no sé por qué.
Guardé el móvil y me adentré en mi habitación. Al hacerlo me encontré a Maya, quien sostenía uno de los cuadros donde estaba junto con mi familia.
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ᴄᴏʀᴀᴢóɴ ᴅᴇ ғᴜᴇɢᴏ ✔©
Teen FictionFueron meses desde que me fui de la ciudad dejando todo lo que amaba atrás. No tengo ansias de volver y verte de nuevo, estoy más tranquila así, sin sufrir de desamor. Y dejen de repetirme que quien ama de verdad se queda hasta en los momentos más...