- ¿Y bien, nena? ¿Necesitas que alguien te llevé a tu casa?
Me di la vuelta rápidamente y pateé su moto para que callera de ella. No saben por cuanto tiempo he esperado para darle su merecido a este idiota. Al verlo en el piso, atónico por lo que acabó de pasar me subí encima de él dispuesta a destrozarlo.
- ¿Sabes? Esta situación me gustaría más si estuviéramos sin ropa-dice tapando su cara con ambas manos.
- En eso... puede que estemos de acuerdo.
Iba a golpearlo, pero recordé que si lo hacía me metería en una situación que ni mis propios compañeros de banda querrán ayudarme. Como dije, so lo hacía, armaría un gran revuelo, y luego de que María dijo que se alejaron de todo esto, entendí que si yo estaba en problemas una vez más ellos no me ayudarían.
- Eso se puede arreglar-dice en un tono pícaro.
Salí de encima de él y comencé a caminar lo más lejos posible de donde se encuentra. Volví a poner mis manos en los bolsillos de la chaqueta, y pensé en Max. ¿A dónde se habrá ido? La verdad es que el auto era lo de menos, lo único que me importaba es que no me llegue una llamada diciendo que el auto ha sido encontrado destruido junto con su piloto.
- No creo que sea buena idea que camines sola luego de que los motoristas de the Demons te vieron.
Que irónico, técnicamente él es uno de ellos. ¿Quién sabe? Tal vez se esté comportando bien conmigo solo para que me suba a su moto y así poder llevarme a su bar para que sus amigos cobren su venganza contra mí. Lo ignoré completamente y doblé en una de las esquinas mientras miraba de reojo como él seguía mi paso junto a su moto.
- Abby, solo quiero ayudarte, acepta que te lleve hasta tu casa.
Cerré mis ojos fuertemente y paré el paso. Olvidé lo pesado e irritante que solía ser Izan cuando nadie hacía lo que él quería. Lo miré y me crucé de brazos. Cuando estaba en su asquerosa banda, éramos muy buenos amigos y compañeros, tanto que no nos podían separar cuando debíamos hacer "misiones" importantes. Nos cuidábamos el uno con el otro, siempre nos poníamos a nosotros primeros antes que a los demás, y cuando llegaba la noche de irnos cada uno por su lado, siempre solíamos quedarnos. Extrañamente nos queríamos de una forma totalmente confusa, nos amábamos, no de la manera que solía hacerlo con Jackson y Luke en su momento, nos amábamos de una manera totalmente distinta, de una manera que ni nosotros mismos podíamos explicar. Nos odiábamos, nos peleábamos, pero luego siempre volvíamos a unirnos como si nada hubiera pasado. Izan fue mi "primer todo", mi primera vez, mi primer beso, mi primer cariño, mi primer novio y la primera persona a la que odie y repudie durante toda mi miserable vida. Todo el cariño y amor que solía tenerle desapareció cuando dejó la banda y me dejó con sus deudas para poder irse con su nueva conquista fuera de la ciudad. Díganme, con tantos errores amorosos, ¿cómo no voy a tenerle repulsión y miedo al amor?
- Izan, acabo de llegar a la ciudad, y lo que menos quiero es liarme a puños con alguien, más que nada porque no estoy con las ganas suficientes.
El agachó su cabeza y dejó su moto escondida dentro de un callejón. Se puso a mi lado y se abrazó a si mismo al sentir una oleada de frío.
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ᴄᴏʀᴀᴢóɴ ᴅᴇ ғᴜᴇɢᴏ ✔©
Roman pour AdolescentsFueron meses desde que me fui de la ciudad dejando todo lo que amaba atrás. No tengo ansias de volver y verte de nuevo, estoy más tranquila así, sin sufrir de desamor. Y dejen de repetirme que quien ama de verdad se queda hasta en los momentos más...