[♡capítulo uno♡]

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Era una tarde helada con leve llovizna, el tiempo en esa pequeña ciudad era helado, y cuando llovía como en aquella ocasión, hacía un frío infernal.

Dentro del bosque, en un terreno sin arboles y maleza se encontraba una casa hecha completamente de madera donde habitaba un chico solitario.

Adoraba la paz, la tranquilidad.

Y el bosque le daba todo aquello, lo suficiente lejos de la ciudad, de toda la contaminación en el aire y visual, era demasiado para su olfato desarrollado, todos los que vivían en ese pozo de desdicha parecían bastante acostumbrados a los pestilentes olores, o simplemente los ignoraban.

Se levantó de su asiento cuando dieron las 5 en punto, debía llegar al pueblo cerca de las 6 para entregar la leña.

Lo máximo que se permitía del mundo moderno era una televisión que le entretenía en sus días y un camión pequeño para transportar madera y nada más.

Se puso en marcha, no le gustaba ser impuntual.

Su olfato con cada milla iba detectando esa mezcla de aromas, se colocó su cubre bocas para aliviar un poco el impacto contra sus pobres fosas nasales.

"Llegas a tiempo" dice la señora mayor nada sorprendida mirando como él chico bajaba toda la carga sin ayuda y sin mostrar indicios de cansancio. "Eres un chico muy fuerte."

Bueno, tenía razón, Hyunjin estaba construido por un metro noventa de un cuerpo robusto, tenía músculos en un grado que lo primero que dirías sería un "joder, que delicia de chico" y no un "ew, tiene músculos en los músculos", bien proporcionado, así lo llamaba él.

"Ten un lindo día" sonrío educada extendiendo el sobre con el pago y entrando en la tienda en busca de calor.

Una vez terminado el trabajo decide informar a la señora que dejara el auto un rato para pasear por ahí y marcharse cuando ella le dijo que estaba bien.

Estaba ansioso, quería ver a su pequeño.

Él solía estar la mayoría del tiempo en el parque con sus amigos, Félix y Woojin, dos omegas que le agradaban, permitía que estuvieran cerca de su zorrito sabiendo que no tratarían nada con él.

Cada alfa que se le acercaba al chico, lo ahuyentaba una vez se alejaba para que no pudiese ver esa faceta amenazante suya.

El niño era tan lindo, tan carismático y tan asustadizo, no quería que su compañero le tuviera miedo.

Aquello le dolería.

Lo encontró donde siempre jugando con sus amigos, ellos parecían ser bastante enérgicos, la mayor parte del tiempo corrían, se atrapaban y caían sobre la nieve, y reían.

Hyunjin se sentía reconfortado escuchando la felicidad de su pequeño zorrito en sonoras carcajadas que le hacen sonreír, no le gustaría ver su bonito rostro deformado en alguna mueca de tristeza, quien causara aquello podría ver venir su propia muerte.

Estaba lejos, pero lograba verlo divertirse y ser aquel niño ruiseño que añoraba tener entre sus brazos, bloqueo su aroma con una increíble capacidad que solo los alfas de raza pura tienen para no ser detectado, una técnica que le hacía superior a cualquier persona en esa pequeña ciudad, donde poco más de cien mil personas habitaban. Hubo solo otro alfa con su poder, lamentablemente y debido a circunstancias trágicas, Hyunjin tuvo que deshacerse de él.

"¡Ven aquí!"

El alfa se entretenía con la diversión del trío de omegas, que eran distintos a la mayoría de los de su especie que les gustaba ir de fiesta en fiesta buscando sexo, de discoteca en discoteca en busca de diversión. Parecía ser que algunas personas eran tan fáciles de satisfacer que una tarde en el parque les bastaba.

"¡No le hagas daño al niño Félix!"

Al alfa le agradaba el omega mayor de los tres, cuidaba a su compañero mientras él no era permitido a hacerlo.

Moría de ganas de acurrucarlo entre sus manos.

Se sentía tan impotente al tener que esperar.

Pero, ese día, fue diferente, él lo miro, le vio con sus preciosos ojos brillantes e inocentes con felicidad en ellos. Aquella simple acción revolucionó su interior, su alfa gruñó desesperado de ir con él, su cuerpo se calentó y sus manos picaban por sostenerlo.

Aunque solamente lo miró unos segundos antes de irse rumbo a su casa a soñar lo que sería su vida jna vez lo tuviera a su lado.

Pronto, muy pronto, Jeongin era suyo.





¡Los primeros 3 capítulos serán los más cortos!

¡Espero me apoyen mucho, valdrá la pena, lo juro!

little foxy ♡ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora