[♡capítulo tres♡]

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Ante sus ojos, Jeongin era la cosa más seductora que habitaba el mundo, sin ninguna duda de por medio. Él también podía ser dulce como la miel, melodioso con esa risa preciosa y la cosa que más amaba su alfa observar, lo adoraba, ¿cómo no hacerlo cuando era el amor de su vida?

Tenía plena consciencia de que era así.

Solo unos días más y llegaría a presentarse a la casa de los Yang como el alfa que tomaría al menor de la familia como su omega.

Mentiría y ardería en el infierno después si dijera que no se moría por enfermar la mente del pequeño con todos sus retorcidos deseos, todos ellos con Jeongin gimiendo su nombre a gritos, Hyunjin no sería un alfa amable cuando tomase a su omega, iba a joderlo de pies a cabeza, reclamando todo con su esperma manchando el interior de Jeongin.

Era tan puro, de una piel tan lechosa que quedaría perfecta con hematomas causados por su boca en él.

Tres días restaban, solo tres malditos días para poder acercarse de lleno a él.

Pero por el momento tendría un poco más de cercanía, como por ejemplo ya no se escondería para verlo, ahora caminaba hasta la cafetería en el parque donde ahora él se encontraba.

Entró, caminó hasta el mostrador y pidió un simple café negro con solo una cucharada de azúcar, sintiendo extrañamente una mirada insistente en su espalda.

Vio de reojo por su hombro y lo vio, tan lindo, tan angelical con un gorrito sobre su cabeza viéndolo con añoranza pintada en sus ojos, ahora que no estaba privando su nariz de su aroma era evidente que estaba embriagado por su olor.

''Son cuarenta con cincuenta''

Hyunjin extiende un billete de cien alegando a la cajera que podía quedarse con el cambio.

Escoge una mesa cercana a la de Jeongin para sentarse, abrir su libro y leer mientras disfruta de su amargo café con un toque dulce. Su vida era amarga, el toque dulce era Jeongin, linda metáfora en su cabeza.

''Disculpe...''

Aquella voz, tan melodiosa e hipnotizante ahora estaba dedicada a él.

Y se sintió morir viendo tan de cerca aquellos ojos, esos labios, esa respingada nariz pequeña y esas pequeñas manos aferradas a su abrigo.

''¿Sí?'' deja su libro de lado apuntando al asiento frente suyo, Jeongin toma asiento.

''Disculpe si le molesto, hyung, por que supongo que es mi hyung, ¿verdad?'' estaba siendo lindamente tímido, el corazón de Hyunjin latía tranquilo viéndolo, solo asintió. ''Pero me parece que lo he visto antes viéndome, varias ocasiones realmente, y hoy recién he podido acercarme a usted a preguntarle, ¿por qué me ve tanto?''

Actuar nervioso, dedos jugando entre sí, su labio cereza mordido por sus dientes y su mirada viendo todo menos los ojos del alfa que despedía aroma tan atrayente.

''No te conozco realmente'' dice mintiendo, cuando la verdad es que conoce casi todo acerca de él. ''Pero un omega tan lindo no se ve todos los días, es por eso que no puedo quitar mis ojos de ti.''

No esperando una respuesta tan honesta de su parte, Jeongin siente el aire siéndole robado de los pulmones mientras se sonroja con intensidad, la mirada penetrante, autoritaria que aquel hombre le da le hace sentir sumisamente bien, quería doblegarse ante su poder.

''¡Jeongin, debemos irnos!" uno de los amigos del omega en la otra mesa grita en su dirección.

El alfa ve como el brillo en los ojos del omega se apaga, y se siente enojado, teniendo que actuar.

''Puedes dejar que tus amigos se marchen, y yo podría acompañarte hasta tu casa, ¿qué dices?'' propone pero lo primero que obtiene es una mirada de desconfianza, lo entiende ya que prácticamente es un desconocido para él. ''Sé que me conoces recién, pero no sería capaz de lastimar a un omega tan precioso como tú, pero si no confías en mí puedes irte.''

No solía aceptar propuestas de extraños, sus padres le habían educado de una manera estricta, a sus presentes amigos los interrogaron durante días, investigaron sus vidas a fondo, todo para dejarlos ser sus amigos. Realmente no comprendía ese comportamiento tan obsesivo de parte de sus padres, pero no había nada que pudiera hacer.

''De acuerdo.''

Al terminar aceptaron sus amigos, extrañados al querer quedarse con un completo desconocido no hacen más que asentir y marcharse, dejando del todo al omega en las garras del alfa.

Le sonríe galante y sorbe de su café.

''Háblame de ti, ¿quieres? Nunca se sabe lo suficiente de omegas tan lindos.''

Tímido ante los cumplidos dirigidos a su persona-su omega se retuerce en su interior ante la presencia del alfa, sin embargo-dice cada uno de sus gustos ya sea musicales, actividades diarias que más le gustaban como jugar con sus amigos en el parque o con ellos en su cuarto cualquier videojuego, no se salto por nada del mundo sus comidas preferidas y que era un completo amante del bosque y el invierno.

''Y aunque Woojin hyung sea un poco mandón me agrada porque me cuida como si fuera su hijo'' termina de hablar alrededor de veinte minutos después, dirigiendo su mirada a los ojos del alfa que le miran completamente interesados. ''¿Sucede algo?''

''Es solo que dijiste que te gustaba mucho bibimbap y casualmente hago uno muy delicioso, algún día podría invitarte a mi casa y prepararte un plato'' dice casualmente viendo la hora en su reloj, casi las ocho de la noche.

''Eso suena como una buena idea, hyung'' asiente confiado, sonriendo.

Y oh, joder, realmente amaba esa sonrisa.

''Deberíamos marcharnos ahora, es un poco tarde, no quisiera que tus padres se preocuparan.''

''Bueno'' como el niño de corazón que era hizo un puchero, en su pecho una inconformidad por el pensamiento de separarse del alfa le hacía sentir triste.

Hyunjin estuvo cuidando las calles, callejones, todos los lugares por los que pasaban con su mirada buscando más que nada la seguridad de Jeongin.

''Esa es mi casa'' señala con su dedo y aunque Hyunjin ya lo sabe suelta un comentario halagando la estructura. ''Si, es linda, mamá se esfuerza mucho para mantener la casa mejor que las otras.''

Al llegar a la entrada de la gran casa Jeongin juega nerviosamente con sus dedos sin saber como despedirse del alfa frente suyo por lo que dejándose llevar un poco sorprendiendo al mayor le besa la mejilla.

''Gracias por traerme seguro a casa, Hyung, espero verlo pronto'' sacude su mano lentamente y entra en su casa.

Hyunjin lo ve alejarse caminando con rapidez y casi cayendo muchas veces por lo nervioso que se encuentra, olfatea profundamente embriagando sus pulmones con el delicioso aroma de su omega.

Olía realmente como algo único, una divinidad que debía ser adorada.

Y el beso en su mejilla ardía, le encantaba aquella timidez tan pura de Jeongin.

Aquel fue un acercamiento muy grande, más del que realmente debía dar, pero no se arrepentía de nada, había conseguido un beso en la mejilla y convivir con él.

Partió a casa con la esperanza de que el día llegara.

[...]

¡Pasen por mis demás fics que he actualizado todas!

Sé que realmente les gustarán todas, se los aseguro <3

little foxy ♡ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora