Montaña Rusa

28 5 2
                                    

"Muerete".

"Te quieres morir".

Suena tenebroso incluso, pero esos pensamientos los tengo mas seguido que de costumbre y aunque me abruma, una parte de mi esta tranquila y segura y le susurra como una madre a su hijo caprichoso: "Calma. Si en 7 años aun lo quieres, te lo permito".

Quien diria que de una vida estamos hablando.

Es que a veces quisiera volver a fundirme en la masa del Universo, que la Fuerza Creativa me diera otra vez esta misma vida con esta alma y no para no repetir mis errores necesariamente, sino para darme un "respiro" entre tanto humo.

Recuerdo una vez de niña que fuí al río y simplemente me dejaba llevar por la corriente y cada cierta distancia solo me paraba y me devolvía para repetir incontables veces este procedimiento. Extraño eso justo ahora. Por un ligero instante me sentia una gotita más llevada por la corriente, una parte armoniosa del Universo, estaba fundida en el.

Tambien recuerdo que mis primos mayores y yo jugabamos a los boxeadores, yo era la unica niña y siempre corria detras de ellos y me montaba en los arboles a saludar a los vecinos y jugaba con los carritos de madera que mi abuelo hacia, jugaba a tatuar a mi abuelo, a las espadas, a prender fuego con un pequeño fosforito y recuerdo lo mucho que me emocionaba eso. Me causa mucha risa. De milagro no soy piromana.

Tuve muchisimos juguetes pero mis favoritos eran los que mis primos y yo construiamos a partir de la chatarra de mi abuelo. Tuve cuerdas improvisadas con desperdicios, espadas de tubos dañados, casas hechas de ramas, novios de palo y jamas, les juro que jamas olvidaré cuando corria por mi vida en la jungla (el patio de mi abuela).

Eso explica mi salvajismo. Crecí como Tarzan.

Hoy en día me parezco mas a la loca del muelle de San Blas.

Aunque me deseo la muerte con añoro constantemente, dudo que me lo permita, realmente, pero eso me hace ver que si de verdad creo que morire en una fecha especifica, mi comportamiento cambia.

Siempre intento tapar que cosas tan absurdas me pueden crear una inmensa felicidad porque no es normal y hasta mal visto. A mi me encanta ver la luna, me encanta que despues de meses de invierno salga un poco el sol y me queme. Me encanta hablarle a las plantas de la casa, y a veces, si la veo muy marchita, le doy un beso a sus hojas y le susurro palabras de aliento para que se recupere, y si esto me hace loca, con gusto seré la feliz loca de las matas de este lado del muro.

Y si de casualidad en un autobus, en el restaurante, o en el trabajo suena la musica que me gusta la canto y si es de bailarla la bailo y admiro a todas esas otras personas que tambien se atreven a hacerlo y se olvidan por un instante de que alguien podria estarlo mirando mal o burlandose, y se gozan su cancioncita sin tapujos.

Es tan lindo lo espontaneo, es tan hermoso lo que sale sin filtros, miedos y prejuicios, y sientes que realmente te estas expresando tu en tu maximo exponente.

Muy contradictoriamente con lo que digo de mi en persona, yo no me siento alguien especial, no me siento muy buena persona, buena en algo, no siento que yo sea alguien que puede marcar una vida de buena manera o incluso muy capaz de lograr lo que quiero. Tambien me entristezco y me deprimo, constantemente le pido perdón a Dios por caer en ciertas maldades y descontrol de mi mal caracter. Incluso tengo el sentimiento humillante que me merezco todo lo malo que me pase.

Vivo la vida en mi pequeño y feroz carrito de montaña rusa.

Aurora líricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora