Worsen

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El fin de semana había transcurrido de manera lenta, mi padre había decretado que sería asistente de cada persona que estuviera en la plantilla de la empresa, así que me la había pasado de aquí para haya con montones de papeles, carpetas y desayunos, había sido recepcionista, arreglado citas, acomodado agendas, recibido llamadas e incluso había sido chófer; de lejos el mejor fin de semana que había tenido.

La oficina central de Stonem Technology se encontraba en los límites de Seúl, aunque los establecimientos de la asociación están localizados en la ciudad de Sokcho provincia de Gangwon. Es conocido como el Silicon Valley de Corea, aunque enfocado en el mercado de la medicina, en realidad es un distrito industrial que fue formado hace 20 años por las familias Ahn, Kang y Choi. Mi padre pudo ampliar Stonem Technology, la empresa de tecnología que heredó de mi abuelo, encontrando un área de expansión gracias a la relación con Ahn Jaehyun, dueño de la empresa Hexon Corporation de biomédica y más tarde se les uniría Kang Haeul directora de la empresa farmacéutica Millennium's Lab.
Mi padre, el padre de Ahn Yujin y la madre de Kang Hyewon son los fundadores de SKH Medicinal Technology, la asociación médica de alta tecnología más ambiciosa del oriente Asiático.

Aquel era el imperio que estábamos obligadas a compartir, nuestro destino estaba escrito de esa forma incluso antes de nacer.

Cada vez que pensaba en ello, mi garganta parecía cerrarse comenzando a sofocarme, no sabía cómo dirigir mi propia vida y todos esperaban que en un futuro yo dirigiera una compañía de tal magnitud. Me daba miedo que ese día llegará pero me atemorizaba más darme cuenta que yo no tenía la capacidad para hacerlo.

El lunes comenzó sin novedad alguna, excepto porque retomé el viejo hábito de escabullirme por los pasillos y salas comunes, estuve evitando a Jo Yuri después de la humillante lección en la residencia Tae, la vergüenza que me había estado acechando ahora parecía haber aumentado. Pensar que ella lo había presenciado todo desde la primera fila me había mantenido despierta por varias horas.

El martes culminó de la misma forma, sin ningún encuentro entre nosotras. Cuando compartíamos clase me las arreglaba para mantenerme lo más lejos posible, sabía que no podría evitarla el resto del año pero al menos intentaría mantenerme lejos el mayor tiempo que pudiera.

- ¿Sabes? Cuando escuché los rumores de ti, volviéndote loca, me causo gracia -
Comentó Eunbi girando en su asiento, frente a mi.

- Pero ahora que te veo, creo que ya no es tan divertido ¿debemos preocuparnos? -
Tomaba mi mano para colocarla entre las suyas.

-¿En serio no te habías dado cuenta?mírala, está escrito por toda su cara-
Yujin señalaba con el dedo índice mi rostro.

- Esas son las marcas desapareciendo -
Le dije seriamente.

Mi cara ahora tenia círculos verde amarillentos, señal de que pronto desaparecían por completo.

- Incluso creo que estás empeorando, el viernes estabas empeñada en hablar con Jo Yuri y ahora cada que la vez pareces querer correr -

- Me disculpé, no me creyó, después le dije que no me acercaría más y eso fue todo -
Dije quitándole importancia, moviendo el lápiz entre mis dedos.

- Yena, no quería decírtelo, pero cada vez que se trata de ella, actúas muy extrañó-
Eunbi soltaba mi mano.

- ¿De qué hablas? actuó como siempre-
Fruncí el ceño mirándola.

- No es verdad, ¿qué es lo que pasa Yena? puedes contarnos -
Yujin reacomodo su postura acercándose a mí lugar.

Las mire pensando en todo lo que me estaba ocurriendo, pero yo no sabía cómo explicar lo que me sucedía con Yuri y tampoco les había contado nada de lo sucedido el viernes por la tarde, no era algo que quería compartir con alguien, prefería mantenerlo para mí.

For you, I will.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora