For you, I will.

Accomplish

No supe cuanto tiempo estuvimos llorando sobre el hombro de la otra, pero aún tenía el rostro de Yuri apoyada en el mío y mis brazos seguían rodeandola.

Los sollozos habían cesado algunos minutos atrás.

Ahora solo había silencio.

Excepto por la tranquila respiración que podía escuchar cerca de mi oído, las manos de Yuri todavía sujetaban mi espalda, sus piernas estaban juntas puestas a un lado mientras yo permanecía sentada sobre mis rodillas, mi cara estaba pegada a su cabello en el que ahora no podía percibir el fresco aroma florar de hace algunos momentos, debido a la congestión que el llanto había provocado.

Su cabello guardaba probablemente la mayoría de mis lágrimas, así como mi chaqueta estaba cubierta por las de ella, pero no me importaba en lo absoluto, en ese momento no me importaba nada.

Había estado abrazando a Jo Yuri por más de media hora.

La había visto derrumbarse sobre mi.

Yo me había derrumbado sobre ella.

No sabía lo que había provocado tanto desconsuelo, pero quería saberlo.

Quería saber los secretos que su corazón guardaba, las preocupaciones que tenía, lo que le provocaba tanto dolor.

Simplemente quería saberlo todo sobre Jo Yuri.

-Yena-
Escuché su ronca voz susurrar.

-¿Si?-
Pregunté con tranquilidad sin separarme de ella.

-Lo siento-
Hablo bajo sobre mi hombro.

-Lo siento, por todo, no tenías...-
Intento explicar.

-No digas nada, no te disculpes-
Pedí moviendo mi mano sobre su espalda, en un intento de calmar cualquier sentimiento de culpa que estuviera teniendo.

-Yo quería quedarme-
Dije con seguridad.

Poco a poco nos fuimos separando, hasta que pude ver sus ojos notablemente hinchados, tenía las mejillas rojas, el flequillo que siempre llevaba perfectamente peinado, ahora se encontraba desordenado y trataba de limpiar su rostro con la manga de su sudadera.

-Gracias por quedarte-
Dijo mirándome con sinceridad.

Sabía qué mi aspecto era parecido al de ella, porque los ojos me ardían, sentía húmeda la cara y mi fleco estaba revuelto a un lado de mi frente.

Ambas éramos un desastre en ese momento, pero de alguna forma creía que ella se veía mucho mejor que yo.

-No lo agradezcas, yo no iba ir a ningún lugar-
Dije tratando de limpiar mi cara de la misma manera.

-De cualquier forma, no fuí de mucha ayuda como puedes ver-
Mencioné haciendo clara referencia a mi estado.

Nos miramos.

La vulnerabilidad era palpable en nuestro rostro, no había rastros de incomodidad o vergüenza, solo había complicidad en nuestra mirada.

Era extrañó no sentir algo de eso, pues había estado llorando como una niña, sobre el hombro de Jo Yuri, a quien solo conocía desde hace un par de meses y con la cual no había compartido tanto tiempo como hasta hoy.

Nos miramos unos segundos mas, quizá tratando de descifrar el motivo por el cual habíamos terminado en tan peculiar situación.

Ninguna tenía la confianza ni el valor de hacer las preguntas necesarias para entenderlo, así que no lo hicimos.

-¿No deberías estar en clase?-
Me preguntó tratando de acomodar su cabello.

-Ambas deberíamos estar en clase-
Afirme, haciendo exactamente lo mismo.