Meaning

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En la mañana de navidad, Centum City se había convertido en el principal objetivo de una multitud de personas que buscaban pasar el día con sus familias, amigos o parejas. La librería no había sido la excepción, pues desde temprano, gente entraba y salía del local, manteniendo los pasillos concurridos.

Nunca habría pensado que una librería sería tan visitada en una fecha como esta y de no ser porque lo estaba presenciando todo yo misma, jamás lo habría creído.

Hoy había atendido a más personas de las que podía recordar, me dolía la cabeza y el estrés acumulado ya hacía efecto sobre mis hombros. Era el tercer día que me tocaba cubrir horas extra, y aunque eso se traducía en un bono a final de mes; justo ahora, mientras arrastraba mis extremidades hacia la salida de la bodega, lo único que deseaba era llegar de pie al final del día. Me sentía completamente agotada, pero incluso en ese estado, había esperado con demasiadas ansias astir al festival navideño, aunque no era precisamente por la festividad, sino, por lo único por lo que parecía girar todo a mi al rededor: por Yuri.

Los últimos días, habíamos tenido tiempo para vernos prácticamente solo unos minutos y cruzar apenas algunas palabras. Después de mi cumpleaños, yo había tenido que trabajar más tiempo y para mí mala suerte, ella había estado cubriendo un horario completamente opuesto al mío; si Yuri entraba por la mañana, mi turno terminaba por la noche, si yo tenía que ser la primera en irse, entonces ella llegaba hasta tarde. Ambas, demasiado cansadas como para permanecer despiertas más haya de unos minutos.

No habíamos tenido oportunidad para conversar o pasar tiempo juntas, y no sabía que era lo que más me estaba pesando: la distancia o la incertidumbre.

¿Qué había significado aquél "quiero"?

Ese día, en su rostro y en su mirada había encontrado indicios de algo, pero como era costumbre, no había podido descifrarlo.

Sabía que los vasos de Makgeolli que Kyunjin me había dado no habían pasado en vano por mi sistema y aunque nunca antes bebí alcohol, podía asegurar que sus palabras no habían sido distorsionadas a causa de la ebriedad.

Sí, recuerdo haber estado mareada y percibir mis sentidos ligeramente adormecidos, una extraña sensación de felicidad me hacia querer sonreír con cada palabra que pronunciaba y al mismo tiempo, un sentimiento de nostalgia no se apartaba de mi pecho.

Había sido el mejor cumpleaños que había tenido y probablemente uno de los mejores días de mi vida también.

Nadie más que Yuri podría haber hecho que mi cumpleaños dejara de ser una fecha marcada en el calendario y se convirtiera en un día especial. Solo ella podía hacer que los detalles se volvieran los mejores obsequios y que un recorrido por la playa, fuera más emocionante que cualquier fiesta de celebración.

Pero también, solo ella podía hacerme perder la cabeza con una simple palabra.

"Quiero", "¿Quiero?"

Incluso el tono de voz que había utilizado indicaba que se había esforzado en decirlo, pero ¿qué significaba en realidad?

Mi corazón latió de forma apresurada tan solo con escuchar de nuevo sus palabras en mi mente. Quizá era un error sentirme de esta forma, tal vez solo había sido la manera que había encontrado para no hacerme sentir culpable por mi repentino atrevimiento. Probablemente, de nuevo, estaba sobrepesando la situación y tratando de darle significado a sus oraciones.

Por supuesto, ¿qué más podría significar?

En este momento me arrepentía de no haberselo preguntado.

Salí de la bodega con pesados movimientos, esperando que los dos libros que sostenía en las manos pudieran librarme de aquél molesto e indeciso chico que llevaba atormentandome los últimos treinta minutos. Tenía la esperanza de que uno de estos libros terminara por convencerlo de llevarse alguno o que simplemente se rindiera y buscara algo más para obsequiarle a su novia.

For you, I will.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora