Suspect

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Me observé en el espejo de mi habitación por segunda vez. Llevaba puesto un vestido color rojo amapola que cubría mis brazos y terminaba justo antes de las rodillas. Era elegante, discreto y tan ajustado, que apenas podía respirar. Perfecto para la ocasión.

Había hecho y deshecho mi peinado tres veces, al final había optado por llevarlo suelto. No tenía ganas de esforzarme en crear una imagen que era totalmente falsa. Yo no era la hija perfecta, sin embargo, tenía que cumplir con las demandas de mi padre y al menos, tratar de asemejarme a la figura que todos esperaban ver de la heredera de la familia Choi, es decir, todo lo que yo no era.

Mi humor no era el mejor, había peleado con Yujin por la mañana y dejamos de hablarnos las siguientes horas, hasta la salida, dónde nos encontramos solo para volver a pelear. Jo Yuri había decidido ignorarme en la única clase que habíamos compartido y seguir evitandome por el resto del día. Todo había influido para que terminará con un pésimo humor. Empeoró en la tarde, cuando al llegar a la oficina, mi padre no tardó en cuestionar todos los preparativos para la cena de hoy, de la cuál claramente, había olvidado encargarme. Tuve que regresar a casa para verificar que todo estuviera listo para atender a nuestros invitados que llegarían en algunas horas. Era menos estresante saber que solo asistirían las dos familias a las cuales ya estaba acostumbrada a ver con frecuencia. Las familias An y Kang. Por otra parte, no podía evitar sentirme ansiosa por la presencia del matrimonio Tae y por supuesto, de Jo Yuri.

Con la resiente situación que involucraba a Yuri, mi mente ya había comenzado a construir un sin fin de especulaciones al respecto. Desde las opciones más probables hasta las más absurdas, la verdad, era que todo esté asunto estaba amenazando con volverme loca. No había un solo momento en el que no dejará de pensar en ello. Cuando cerraba los ojos, lo único que podía ver eran marcas, las marcas de su cuerpo, recordándome que nada estaba bien.

En la madrugada había despertado con una dolorosa sensación en el pecho, consecuencia de los múltiples sueños en los que ella aparecía. Sueños dónde, veía a Yuri cubierta de sangre, e inclusive todavia podía sentir el espesor del líquido entre mis manos cuando la levante del suelo. Recuerdo estar de rodillas cargando la mitad de su cuerpo mientras le pedía que despertará, pero ella no abrió los ojos. En otro sueño alguien la golpeaba con brutalidad mientras yo solo observaba la escena desde un lugar donde no podía hacer nada. Había despertado con un grito que apenas había salido como un murmullo de mi boca. Mi mente trataba de jugar conmigo, tenía pensamientos inquietantes y yo estaba tan asustada de que se hicieran realidad, que desconfiaba de cualquier persona que la rodeaba.

La imagen de su abdomen con marcas moradas y púrpuras, regresó a mi mente una vez más. Sacudí la cabeza en un intento de alejarlas. Debía buscar la manera de que Yuri hablara conmigo y tenía que ser cautelosa en el proceso. Odiaba todo lo que estaba ocurriendo y no soportaba la idea de no saber lo que era. Mi paciencia era inexistente, pero estaba obligándome a tenerla, solo para que ella confiara en mi una vez más. En realidad habría hecho lo que ella me pidiera, solo para que eso pasara.

Acomodé una última vez mi vestido y salí de la habitación, caminé hacía la sala que se encontraba junto al comedor y dónde generalmente se realizaban este tipo de reuniones. Tal como lo había pensado, mi padre ya se encontraba dentro del lugar y acomodaba un par de botellas de vino sobre la barra del bar. Piezas que seguramente habían sido tomadas de su reserva especial de Mouton Rothschild. En cuanto entré, el volteó a mirarme escudriñando mi aspecto de arriba hacia abajo, después hizo una mueca casi imperceptible, pero yo conocía sus gestos a la perfección como para saber, que no estaba complacido con mi elección. En realidad no esperaba que lo estuviera. Todo lo que hacía, nunca parecía suficiente para él, incluso creía que el defecto más grande que veía en mi, era el hecho de que yo era su hija.

For you, I will.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora