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-Kimura.

Era lunes... Recién había llegado al colegio y vi a Kimura sentado con unos chicos, todos me miraron cuando lo llamé, él se puso tenso.

-Nakano... Hola.
-Hola. ¿Puedes venir un rato?
-Eh, sí.

Se levantó y caminamos juntos a mi curso, entramos, me senté y él me miró. Se sentó en mi mesa... ¿Por qué está tenso? No lo entiendo.

-Ten.

Tomé su mano y le entregué unas frituras, él sonrió. Las abrió y comió un poco. ¿Por qué le pedí que viniera? Pude darle las frituras antes.

-¿Por qué me das esto?
-Porque compré mucho.
-Ah, ok... ¿Y por qué te quedas viéndome? Me pones nervioso. Mira a otro lado, por favor.
-¿En serio te pones nervioso por eso?
-Si. Mira para otro lado.

Me reí y fijé mi mirada en mi escritorio... ¿Tanto le gusto? O tal vez... ¿Se siente intimidado? Puede ser que soy muy serio. Lo miré, él estaba viendo hacia la ventana. Me miró sin girarse.

-¿Soy muy serio? -Pregunté.
-No. Normal, ni muy sonriente ni muy serio.
-¿Entonces es porque te gusto?
-¿Qué?
-Que te sientes nervioso... ¿O tengo mirada de asesino? Es una opción.

Él sólo se rió y negó con la cabeza, como si yo fuera un loco que está diciendo incoherencias, pero que no vale la pena ni explicarme... Debe ser porque sí es así, soy un tipo al que no vale la pena explicarle sobre estos temas, ya que no lo voy a entender hasta que me guste alguien.

-Ya van a empezar las clases. Nos vemos, gracias por las frituras.
-De nada.

Es muy tranquilo... Hace que me sienta en paz, porque su mirada es muy pacífica... Las clases comenzaron, se me hicieron muy largas esta vez. En el receso fui con mis amigos a jugar basketball.

-Shoji, pásame el agua.

Shoji es mi amigo de la infancia, él es muy gracioso, pero casi no habla con las otras personas, así que... Casi nunca muestra lo gracioso que puede llegar a ser.

-Últimamente hablas con ese chico de último año.
-¿Kimura?
-Si.
-Mmm. Sí, lo conocí por casualidad. -No podía decirle la verdad.
-Él es muy tímido, ¿Cómo es que te habla tan tranquilo?
-No sé. Él vino un día y me habló, así que seguí hablando con él.
-Su amiga es muy linda, ¿No lo crees?
-¿Qué amiga?
-Yokoyama.
-No me he fijado en ella, no sé ni cómo luce su cara.
-¡Nunca cambias, eh! Vamos a jugar.

Me levanté y volví a jugar, escuché unas voces y unas risas, miré a las bancas. Eran Kimura y sus amigos, tal vez estaban jugando en otra parte, porque se veían cansados y traían una pelota de fútbol.

Lo miré, él me sonrió y sacudió su mano saludando. Siguió hablando con sus amigos... ¿Por qué últimamente noto su presencia? Es sólo un chico... Debe ser porque es mayor que yo, así que eso me hace tenerle respeto, supongo.

¿Amor? ¿Qué es eso? [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora