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-Ya me cansé de jugar... -Dije.

Dejé el control en la mesa, él me imitó. Miré sus piernas, quisiera verlas y... ¿Acaso estoy loco? Es cierto lo que dice Shoji, no es femenino, sólo es tímido, pero no es femenino para nada. ¿Entonces por qué me pongo así? Miré su cara, estaba viéndome serio. Su brazo estaba sobre el espaldar del sillón y con la cabeza apoyada en su mano. ¿Por qué no puedo estar tranquilo? Me molesta.

-Eres muy guapo, Nakano.

Y él es demasiado arriesgado... Siempre diciendo cosas así... Miré su boca, sus labios lucen como tan... Perfectos.

-Nakano.
-¿Qué?
-Sé que dije que no necesito una respuesta... Pero voy a preguntar. ¿Te gusto?

Me quedé sin palabras, él se movió más cerca a mí... Mmm, ¿Qué digo? Él me mira a los ojos de esas manera y me pone tan nervioso, más de lo que ya estoy.

-¿Puedo besarte?

Él se inclinó, no me moví. Su cara se acercó lentamente a la mía, cerré los ojos. Sus labios tocaron los míos y me besó... Era mi primer beso y él lo hizo sin prepararme psicológicamente. Tomó mis hombros y siguió basándome, yo no me moví ni un poco, ni siquiera mis labios se movieron.

Se puso de pie y continuó jugando, yo seguía mirándolo porque no podía creer que él hubiera hecho eso. ¿Por qué conmigo no es tan tímido? Ahora ya no parece una persona tímida.

Me miró de reojo, empezó a jugar... Después de unos minutos, sentí que en serio no sabía qué hacer. Ya era tarde, debía volver a casa.

-Debo irme... Nos vemos.
-Está bien.

Nos levantamos... Él caminó hacia mí, aunque no era para acercarse, él sólo iba a pasar. Tomé su brazo. Necesitaba comprobar si en verdad me gustaba Kimura... Que dejé que me besara porque también quería.

Me acerqué a su rostro, él tomó mi cuello y me besó. Moví mis labios, dejé mi boca ligeramente abierta, su lengua entró. Se sentía raro... Pero quería seguir haciéndolo. Tocó mi pecho, tomé su cintura con ambas manos y di un paso hacia adelante. Después de un rato separamos nuestros labios para respirar, él besó mi cuello... Todo era tan raro; pero placentero.

-En serio me gustas... -Dijo en mi oído, susurrando.
-Tengo que irme ya, lo siento...

Él no me soltó, me miró a los ojos mientras sostenía mis brazos, me abrazó. No pude evitar devolver el abrazo, odio estos sentimientos tan incontrolables.
Su cuerpo huele muy bien... Me hace sentir ganas de tocarlo, pero es su culpa por besarme, no pensaría eso si él no me hubiese besado.

Mientras sus besos empezaban en mi boca y seguían por mi cuello, yo intentaba apartarme... Pero él logra ponerme débil, es como si no tuviera ganas de apartarme.

Lo alejé lentamente, él me soltó, no tengo idea de qué hacer... Me miró, su expresión no me dice si está enojado o no, es una expresión de muchos sentimientos, pero no es de felicidad, no, nada de eso.

Toqué mi cuello. Se sentó y acomodó su uniforme, se notaba que yo había tenido el impulso de quitárselo, pero que no lo hice... ¿Debí? No sé qué me pasa.

¿Amor? ¿Qué es eso? [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora