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Es febrero... Para ser más preciso, 14 de febrero.

Llegué al colegio, Kimura estaba esperándome afuera de mi curso, lo saludé desde lejos y me acerqué.

-Hola.
-Hola... ¿Tienes tiempo después de clases? -Directo, como casi nunca.
-Claro, para ti siempre tengo tiempo. -Intenté molestarlo un poco.

Se quedó callado, sonrió. Shoji salió del curso y subió su brazo a mi hombro.

-¡Hola, chico guapo!
-Hola, Shoji.
-Shoji, deja de decirle así, estoy harto de tus confianzas.
-Nakano, te veo en la tarde.
-Eh, claro.

Está raro hoy... Shoji lo siguió con la mirada, a veces dudo de si siente interés por él.

-¿No está raro?
-¿Verdad? Eso pensé.
-¡Oye, dime tus planes de hoy!
-¿Qué planes?
-Ya sabes, con Seiji.
-Eh, supongo que vamos a mi casa.
-¿Y luego?
-¿Estás loco o qué? No te voy a decir lo que haremos, ni yo sé qué pasará.
-¿Cómo?
-¿Qué?
-¿No tienen planes?
-No.
-No entiendo qué vio en ti.
-¿Por qué? Soy buen novio.
-Ni tanto... Una fecha especial y no tienes planes con tu novio que es tan guapo.
-¡Te voy a golpear! ¿Cómo que fecha especial?
-Es San Valentín... ¿Eres tonto?
-¿San Valentín? ¡Claro, es 14!
-¿Qué harás?
-No sé.
-Haz algo porque te debe estar odiando.
-No creo... Le coqueteé hace un rato, por suerte me salió de la nada, si hubiera actuado normal seguro me odiaría.
-¿Y si nos saltamos las clases para ir a comprar algo?
-Tendríamos que ir a casa, no traigo dinero.
-Te presto, tu mamá te mata si te ve.
-Bueno, vamos.

Salimos del colegio por la parte de atrás, nadie nos vio saltar los muros,mejor dicho, los que vieron ni les importó. Caminamos al centro, todo estaba lleno de chocolates y decoración, pasamos por muchos lugares. Shoji estaba buscando algo para Yokoyama, pero era imposible.

-¡Voy a morir! No encuentro algo que pueda gustarle.
-¿Y si le das flores?
-¿Le va a gustar?
-Creo. Dale chocolates y flores, se va a enamorar más.
-¿Qué le darás a Seiji?
-Kimura. -Lo corregí. -Somos chicos, sería raro llevarle flores, si alguien nos ve se dará cuenta.
-Tienes razón... ¿Chocolates?
-Sí... Pero quisiera darle algo más.
-Reina me contó que le regaló a Seiji un collar de amistad, dale algo así.
-Ah, sí, lo he visto... ¿Puede ser un anillo?
-Muy cliché.
-¿Qué le doy?
-Eh... ¿Un arete?
-¿Eres tonto o te haces? No tengo perforaciones.
-Una funda de celular.
-Muy obvio, van a verlo si ambos tenemos el celular en las manos.
-Un brazalete.
-¿No es muy raro?
-Creo que le va a gustar. Que sean neutras, así no será tan obvio.
-Mejor...
-Ok.

Fuimos a buscar brazaletes de pareja, no son caros ya que los que los compran son adolescentes, por lo general. Escogimos unos iguales pero en diferente color, para que no se noten tanto, son uno negro y el otro azúl, ambos tienen un colgante pequeño en forma de jinjang, después fuimos a una floristería. Shoji escogió rosas rosadas, iba a elegir rojas pero le dije que era muy cursi.

Cuando fuimos a una panadería a comprar los chocolates no sabíamos cuál comprar, habían muchas formas, colores, tamaños, de todo... Con frutas, con gomitas, con caramelos, con café... Dios, ni siquiera sabíamos de qué tamaño era mejor.

-Si le llevo uno grande dirá que quiero engordarla ysi le llevo uno pequeño creerá que es porque me gasté todos mis ahorros y que no pude comprar más y va a llorar.
-¿Así de problemática es? -Me reí.
-No digas nada, tu novio es aún más difícil.
-¿Eso crees?
-Sí... ¿Qué hago?
-Lleva varios pero pequeños... ¿No?
-Sí... ¿De qué forma?
-¿Qué le gusta a ella?
-¡Ya sé, en forma de oso! Ama los pandas... Mira, hay de osos. ¿Pero con qué color? ¡Ahg, voy a enloquecer!
-Oye... ¿Por qué estamos tan estresados? Aún queda el día blanco, se supone que ahí los chicos damos los regalos.
-Tienes razón, me puedo relajar.

Pero Kimura y yo somos chicos... ¿Debo esperar hasta el día blanco? ¿Él va a esperar también? ¿Debemos celebrar ambas fechas? ¡Odio los roles de género! Al diablo todo, le daré un regalo sin importar si soy un chico. Ahora entiendo por qué nos miran tanto.

Al final compramos chocolates de panda con frutas para Yokoyama y chocolates con maní para Kimura... Ambos estábamos avergonzados por no saber que no es el día en el que los chicos suelen regalar, pero las cosas cambian, también vi a otros chicos de mi edad comprando regalos... Sólo que todos se les nota que son gays, no por estereotipo, sólo lo sé.

Faltaban cinco minutos para que las clases terminaran, por suerte hoy se suponía que era el día en el que almuerzan juntos Yokoyama y Kimura (Nos turnamos para no estar todos los días los cuatro) así que seguro no notaron nuestra ausencia, pero ahora la van a notar...

-¡Corre más rápido!
-¿Crees que puedo? Las flores se pueden dañar.
-Rosas.
-¡Me importa un pepino!

Corrimos al colegio, estaba solitario, habían como diez compañeros afuera... Tardamos mucho... Yokoyama y Kimura estaban caminando juntos en nuestra dirección, al parecer se iban a ir. Nos vieron, parecían muy enojados.

-Reina... -Pronunció Shoji sin aliento.
-Vamos, Seiji, tomemos otro camino.

Kimura me miró sin enojo, pero seguro estaba pensando que quién sabe a dónde me había ido. Shoji y yo estábamos tan cansados que no pudimos decir nada.

Kimura detuvo a Yokoyama, ella lo miró y se comunicaron telepáticamente al parecer,  bueno, Shoji y yo también podemos decirnos cosas con la mirada. Se acercaron, Kimura me estaba mirando raro, como si estuviera buscando evidencias de que no me fui a un lugar extraño. Sólo es mi interpretación a su mirada, porque la verdad no sé.

-¿Por qué se saltaron las clases?
-Reina, luego te explico... ¿Nos vamos?

Reina se giró y empezó a caminar, Shoji la siguió y se alejaron... Kimura se veía triste, nos miramos.

-Eh... Lo siento.
-Olvídalo... Vamos a mi casa.

¿Amor? ¿Qué es eso? [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora