¿Amor? ¿Qué es eso? [EN EDICIÓN]

18

Al siguiente día en el almuerzo estábamos todos juntos, mis otros amigos, Shoji, Yokoyama y yo.

-Nakano, ¿Puedes acompañarme a la biblioteca esta tarde?
-Sí. ¿Tienes una tarea?
-No, es para estudiar.
-Puedo ayudarte si no entiendes algo.

Sonrió... Cuando estamos juntos siento que sólo puedo escucharlo a él. Mis amigos estaban jungando y riéndose, Yokoyama estaba alimentando a Shoji... Quisiera que Kimura me alimentara, pero sería raro para los demás, sospecharían de nuestra relación.

-Después de ir a la biblioteca, ¿Quieres ir a mi casa? -Pregunté.
-O-okay.

Toqué su cabello otra vez, él me miró, sentí que debía besarlo o yo moriría, pero si hago tal cosa seguro voy a morir porque Kimura me va a querer matar.

-Ey, deja de darle cariñitos. ¿No ves que no lo dejas ni comer?
-Shoji, no molestes. ¿Cómo es que eres tan callado y conmigo te pasas de hablador?
-Es broma, tranquilo.
-¿Quieren ir con nosotros a la cafetería de al lado? Después de las clases. -Propuso Yokoyama.
-Si, pero primero vamos a la biblioteca. -Respondió Kimura.
-¡Seiji, dame tu celular un momento!
-Deja de molestar, y noble digas "Seiji". -Dije molesto.

Todos nos miraron por unos segundos y siguieron comiendo... Yokoyama miraba a Kimura esperando una reacción, supongo.

-En todo caso, dame tu celular, quiero ver lo que te envíe ayer, Reina necesita ver esto. ¿Ya lo viste, Yoshio?
-No, ¿Qué es?
-Es algo muy lindo, es el bebé que adopté para Reina y yo.
-¡Qué loco! -Dijo Kimura mientras se lanzaba encima de Shoji.
-Oye.

Tomé el brazo de Kimura y tiré de él... No me gusta que jueguen así. Ya no sé qué hacer, soy demasiado evidente.

-¿Qué?
-No me gusta cuando tú y Shoji juegan así. -Susurré.
-¿Por qué?
-¿Cómo que por qué?
-Bueno, ya no lo voy a hacer. -Su cara fue de culpabilidad.
-Pero no hagas esa cara. Sólo no te acerques tanto a nadie.

Sonrió mientras miraba hacia su comida, siguió comiendo. ¿Qué le parece gracioso? Tal vez soy muy mandón, debo dejar de decirle a todos qué hacer.

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-Voy a engordar si como esto, Shoji, no quiero.

Shoji estaba obligando a Yokoyama a comer un pastel de chocolate, ella dice que le encanta el pastel pero que la hará engordar. Su discusión es básicamente sobre su peso.

-Me siento mareado, este pastel es muy dulce.
-¿Quieres té? Seguro te hará sentir mejor.

Deslicé mi taza por la mesa y él la tomó... Me estaba aburriendo de estar todo el tiempo en público, ahora que somos novios se supone que debemos pasar tiempo sólos para al menos hablar con tranquilidad. Aunque me gusta ir a cafeterías, en especial cuando venden cosas deliciosas, el té de acá es delicioso.

-La grasa es buena, Reina, hará que tus labios sean más suaves.
-¿Y eso qué importa?
-Que será mejor para mí.

Ay Shoji... Cuando habla es para decir estupideces. Yokoyama se sonrojó y no dijo nada, al parecer eso la hizo feliz. Qué raras son las personas enamoradas... Ups, olvidé que salgo con alguien enamorado.

Alguien que por cierto, está mirándome de una forma muy linda.

-Qué lindo.

Bueno... Gracias, Shoji, ahora soy igual de idiota que tú. Yokoyama y Shoji nos miraron mientras comían su pastel, tenían una cara de que les gusta meterse en los asuntos de los demás. Kimura me estaba mirando como si no pasara nada, de hecho sus ojos estaban tranquilos como de costumbre, tomó té. ¿Por qué todos me miran? Estúpida boca.

-Hablo de ese perro. -Había un perro afuera, se veía a través del cristal.
-Ohhh.

Yokoyama y Shoji se miraron y siguieron comiendo. Me enoja esta situación. No soy bueno permaneciendo tranquilo, entonces seguro mi cara se veía de enojo y me movía como si fuera a acabar con el mundo... Vamos a mi casa, Kimura, necesito estar tranquilo.