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— Creo que me he pasado arreglándome — comentó NamJoon, apesadumbrado, con los ojos cerrados, sentado en la silla de escritorio de JiMin, dejando que su novio aplicara sombra de ojos en sus parpados.

— ¿Qué dices? — le quitó importancia JiMin, concentrado en maquillar a NamJoon — Estás perfecto.

— Todo el mundo va a mirarme...

— Pues que miren — sentenció JiMin con tranquilidad — Tampoco me extrañaría que lo hagan, porque estás guapísimo. Van a hacer cola por bailar contigo.

— Pero yo solo quiero bailar contigo — NamJoon hizo un puchero, y JiMin no pudo resistir las ganas de besarlo hasta que se convirtió en una sonrisa tímida — ¿De verdad no crees que debería ponerme otra cosa? ¿Algo más normal?

— Joonie... Has estado una hora arreglándote — le recordó JiMin con calmada perseverancia, dejando la brocha a un lado, dando por terminados los ojos, y cambiándola por un gloss efecto cristal de color rosa. NamJoon entreabrió los labios de inmediato, dándole espacio a JiMin para aplicárselo — La ropa que has elegido te queda genial, tú eres precioso, y si a la gente no le gusta, que no miren. A ti te gusta, y a mí también, y eso es todo lo que importa.


NamJoon asintió con la cabeza, todavía inseguro, pero quedándose más o menos satisfecho con los ánimos de JiMin.


Se estaban preparando para ir a un concierto en Hongdae.

JiMin había conseguido entradas para un pequeño showcase en una sala de un grupo indie que les gustaba a los dos y habían decidido hacer una cita de ello.

Se notaba que NamJoon estaba ilusionado, pues había elegido el atuendo más atrevido que había llevado hasta la fecha, desafiando todas las normas de género contra las que había estado luchando por aceptar durante años.

JiMin nunca había visto a un chico llevar unos shorts tan cortos, de color negro y de tiro alto, que hacían que su cintura luciera especialmente estrecha y resaltaran su lindo trasero, dejando descubiertas sus kilométricas piernas, suaves y perfectamente depiladas. Se había puesto unas medias de rejilla, algo que nunca había llamado la atención de JiMin, pero que ahora que las veía en las piernas de NamJoon, encontraba realmente sexys, junto a un liguero de cuero que se abrazaba perfectamente a uno de sus muslos.

La camiseta también era negra, sencilla y sin mangas, perfectamente ajustada a su pecho como una segunda piel, con cuello ancho que hacía lucir una gargantilla de pedrería que NamJoon llevaba semanas deseando lucir, pero que no había encontrado la ocasión. Mas el toque dulce estaba en el vaporoso kimono que llevaba encima, largo y de media manga, de suave seda color rosa pastel, con un diseño de flores de cerezo.

Haciendo juego, NamJoon se había puesto un adorno de flores de cerezo en el pelo, sujetando una linda trencita que se había hecho tras la oreja.

Para rematar, llevaba unas lentillas de color morado, del mismo tono de su pelo recién teñido, lo cual le daba un aire mágico, casi sobrenatural.


Los estilos de JiMin y NamJoon eran completamente diferentes.

JiMin prefería el color negro y los diseños lisos. Al lado de NamJoon, parecía discreto, con un pantalón con algunos rotos en las rodillas y una camiseta sin mangas, suelta y de cuello abierto, mostrando parte de sus definidos pectorales. Sin embargo, el encanto de JiMin estaba en los complementos, anillos, pendientes, collares y pulseras.

Pero si en algo se parecían los dos es que eran cursis hasta la saciedad, y ambos estaban realmente interesados en llevar objetos a juego.

Los colgantes que NamJoon le había regalado a JiMin en el Día Blanco estaban orgullosamente alrededor de sus cuellos, pero además, los dos se habían comprado unas gafas idénticas, de montura fina y cristales redondos; y cada uno llevaba un pendiente que pertenecía al mismo juego.

Kisses and Makeup | MinJoon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora