Era ya tarde cuando JiMin regresó a casa después de trabajar ya que ChungHa había decidido que era hora de que JiMin cumpliera su castigo y la invitara a barbacoa.
Y JiMin tampoco podía quejarse, porque ChungHa le había dado la oportunidad para presumir sobre NamJoon y alardear de lo feliz que estaba con su nuevo novio durante toda la noche, llegando incluso a presionarlo para que le contase incluso los secretos más sucios.
— El bueno de JiMin, pervertido hasta la medula, manteniendo su relación casta y pura después de dos semanas de noviazgo — se burló ChungHa con una sonrisa traviesa, bebiéndose de un trago un chupito de soju de melocotón — ¿Has vuelto a la adolescencia o qué?
— Con NamJoon no necesito tener prisa — explicó JiMin con simpleza, sin dejar que ChungHa le hiciera sentir avergonzado por seguir los pasos que su corazón le dictaba — Con él, las cosas fluyen de forma natural. Cuando sea el momento, surgirá sin necesidad de forzarlo. No me obsesiona el no haberme acostado todavía con él y eso sólo puede ser una señal de lo bien que va nuestra relación.
ChungHa fingió una arcada, y JiMin sólo pudo reír y acusarla de tener envidia.
Y como siempre que salía con ChungHa, JiMin volvía a casa un poco achispado, vibrando en el soju y la cerveza que habían consumido juntos mientras cenaban, pero no lo suficientemente afectado por el alcohol como para considerarse ebrio.
Era perfectamente consciente de su entorno, y lo primero que notó al entrar en casa, mientras se quitaba los zapatos en la entrada, era que las luces del comedor estaban encendidas y que podía escuchar una suave conversación de voces bajas y graves.
Supuso que TaeHyung debía estar acompañado, pero no fue capaz de imaginarse por quién hasta que entró en el comedor y pudo ver de quien se trataba.
Para su sorpresa, NamJoon y TaeHyung estaban sentados en el suelo, con un montón de libros de texto y apuntes a su alrededor, sus cabezas juntas mientras compartían un mismo libro, el cual NamJoon señalaba mientras leía en voz alta y se detenía a explicarle a TaeHyung lo que significaba, con palabras más simples y de forma más resumida.
JiMin se quedó mirando la escena por un momento desde la puerta, sorprendido al ver lo cercanos que se habían hecho aquellos dos sin que se diera cuenta, pero entonces YeonTan ladró desde el regazo de TaeHyung, alertando de su presencia y haciendo que por fin centraran su atención en él.
Tan pronto como NamJoon lo vio, su rostro se iluminó y una sonrisa enorme se dibujó en sus labios, haciendo que a JiMin le diera un vuelco el corazón de lo bonito que era su novio.
— ¡Hola JiMinie! — lo saludó TaeHyung, animado, mientras JiMin se acercaba a ellos y besaba a NamJoon en el pelo, sentándose detrás de él, en el sofá, dejando que NamJoon apoyase la cabeza en su muslo de forma cariñosa, en confianza.
— Hola, mis amores — respondió JiMin, la suave sensación del alcohol calentándolo desde el interior ante aquella escena tan domestica — ¿Qué hacéis?
— NamJoon me estaba ayudando con unos temas de física que no terminaban de entrarme en la cabeza — explicó TaeHyung, viendo cómo NamJoon se convertía en un gatito enorme cuando JiMin enterró la mano en su cabello, comenzando a acariciarlo.
— Mi nene, tan listo — lo alabó JiMin, inclinándose hacia él para dejarle otro beso en la nariz — No tenía ni idea de que ibas a venir hoy. Si lo hubiera sabido me habría venido a casa directamente del trabajo.
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Kisses and Makeup | MinJoon |
FanficAmarse a uno mismo no siempre es fácil. No, cuando todo el mundo te hace creer que no vales nada, ni cuanto te presionan para seguir un camino establecido. Hay veces que no puedes hacerlo solo Hay veces que necesitas a alguien que te ayude. Alguien...