JiMin extrañaba a NamJoon.
No podía evitarlo, tan acostumbrado como estaba a su presencia en el apartamento que era extraño cuando le faltaba.
Era el cumpleaños de su hermana pequeña, así que NamJoon se había ido a Ilsan durante el fin de semana para celebrarlo con su familia.
Y no importaba que NamJoon le mandara un montón de fotos, porque JiMin lo extrañaba. Lo extrañaba muchísimo, y cada segundo era una tortura sin él.
— Míralo — comentó JungKook con condescendencia desde el otro lado de la mesa del comedor, la boca llena de kimchi y arroz — Parece que está con el mono.
— ¿Qué mono? — preguntó TaeHyung, desconectado de la conversación, probablemente pensando que JungKook se refería a un mono de verdad, y no a una frase hecha.
— El síndrome de abstinencia — le explicó el menor, después de tragar para poder volver a llenarse la boca un segundo después, como si no necesitase respirar entre bocado y bocado — NamJoon es su droga y no tenerlo cerca lo pone todo morrudo e irritable.
— Suelta ahora mismo los palillos y escupe lo que tienes en la boca, estás vetado de este apartamento y de comerte nuestra comida — le bufó JiMin, ofendido.
Era cierto, JiMin se sentía morrudo, irritable, apagado y sin ganas de hacer nada. Y por mucho que se negara a darle la razón a JungKook, su respuesta sólo confirmó lo que el menor decía.
JiMin nunca se había considerado ese tipo de chico, pero suponía que el amor hacía cosas extrañas incluso en el más estoico de los seres humanos. Él, simplemente, no sabía cómo manejarlo, y tenía que admitir que se había vuelto adicto a lo que NamJoon le hacía sentir.
— Deberíamos salir de fiesta — sugirió JungKook, ignorando por completo a JiMin — Olvidarnos por un rato de nuestros novios.
— En teoría, yo todavía estoy soltero — le corrigió TaeHyung, dándole un trozo de pollo frito a YeonTan.
— El otro día os pillé a YoonGi-hyung y a ti dándoos el lote en el sofá — le recriminó JiMin con el ceño fruncido.
— Pero él todavía no me lo ha pedido.
— También se lo puedes pedir tu a él, ¿sabes? — le recordó JungKook con las cejas alzadas.
— Llevo dos años esperando por él, he llegado a un punto en que ya no tengo prisa por nada. Lo que tenga que ser, será en su momento.
JiMin rodó los ojos ante la fingida actitud zen de su mejor amigo, cuando lo conocía tan bien como para saber que TaeHyung lo que tenía era miedo de comprometerse y de estropear lo bueno que tenía con YoonGi.
JiMin se encargaría de hablar con él y con YoonGi, intentar que alguno de los dos diera su brazo a torcer y admitieran sus sentimientos por el otro de una vez, pero no sería aquella noche, no con JungKook delante.
— Fiesta — repitió JungKook, como si la situación sentimental de TaeHyung no fuese su prioridad en aquellos momentos — Lo digo en serio. Es viernes por la noche y hace siglos que no salimos. Vamos a bailar y a emborracharnos.
— Pero yo no quiero bailar con un desconocido... — se quejó JiMin, apoyando la frente sobre la mesa en una pose derrotada — Yo quiero bailar con NamJoon.
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Kisses and Makeup | MinJoon |
FanfictionAmarse a uno mismo no siempre es fácil. No, cuando todo el mundo te hace creer que no vales nada, ni cuanto te presionan para seguir un camino establecido. Hay veces que no puedes hacerlo solo Hay veces que necesitas a alguien que te ayude. Alguien...