Fantasía 10 - My kingdom for a Horse

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Mi reino por un caballo
 

  Un genio maligno le ofrece un trato a un rey en un momento desesperado, cambiar su corona por un caballo con el que podría salvar la vida de su pequeña hija que fue herida por los asesinos de otro reino que intentaron matarle. En medio del bosaue, rodeado de sus guardias muertos y los cadáveres de sus asesinos, sin ninguna montura que los saque del peligro o le permita llevarla donde la bruja del bosque para que la cure, accede. Lleva a la niña donde la bruja Tërthia del bosque oscuro y ésta la salva, la deja descansar allá y sale a buscar ayuda, pero cuando llega solo al reino no le son abiertas las puertas. Las personas del reino resentidas se ponen en contra del rey. Pero con la ayuda del sabio de la grieta el rey  reta al genio, exigiendole que cumpla su palabra, pues existe la ley de equivalencia de intercambio, la misma ley que le obliga a pedir algo a cambio de cumplir deseos. Y ese caballo ordinario no valía un reino, alegando el genio que él pidió un caballo que le lleve a su destino, el sonrie, pues tuvo que caminar una parte del camino debido al caballo cansado. Tercamente aferrado a no perder el reino el genio usa su poder para invocar al caballo inutil a su presencia y lo transforma en un ser de legendas, con alas de pegaso y 2 cuernos de unicornio, sabiduría y magia. Era la montura heroica de la leyenda del principe sabio.  Agotada mucha de su magia y totalmente cansado sonríe feliz el genio. El genio le increpa diciendo- He cumplido, cualquier rey daría varios reinos por tener el legendario caballo del principe Doras. Ahora no puedes deshacer el trato o le costará la vida a tu hija. Ahora entrega formalmente la corona y ponla sobre mi cabeza o seras tu quien no ha cumplido la ley.
El rey derrotado, sonríe amargamente. El sabio desaparece dejándolo sin opciones.
Le responde: el precio de no seguir la ley de equivalencia de intercambio no es la vida de mi hija, sino la mía. Dicho esto clava su espada en su pecho. Y con su último aliento ordena al caballo proteger a su hija, pero éste le responde que alguien que incumple la ley no es digno de ordenarle. Sale volando luego de asegurarse de su muerte.
Los guardias rodean al cansado genio y lo encierran, tapando su boca. Y el primer ministro toma el trono hasta encontrar a la princesa o crezca el principe heredero que es aún un bebé.

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