Mirame a los ojos

Sueños

Un campo verde se extendía hasta el horizonte, una cálida luz iluminaba todo pero no llego a encontrar el sol en el cielo azul sin nubes. ¿Cuanto llevaba allí?¿Donde estaba? ¿Que hacía allí?¿Quién era? Cientos de preguntas rondaban su mente mientras andaba por los prados verdes.

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Abrió los ojos pero apenas veía nada, la oscuridad lo envolvía, sus manos inmovilizadas, el frío suelo contra su piel desnuda. ¿Desnuda? ¿Que hacía desnudo? El frío empezó a atenazar sus músculos y empezó a temblar sin control. Tenía que recordar, cómo había llegado hasta allí, cómo escapar. Pero sus pensamientos duraron poco, una puerta se abrió y la luz lo cegó por un instante.

-Jijiji, no pensé que fuese tan sencillo atrapar al cachorro de ese viejo. Poco más y vienes tú solo hasta nosotros.

Una figura alta se acercó y le agarró de la barbilla mientras Ace intentaba zafarse.

-Se un buen cachorro y no muerdas, te tengo que mantener en buen estado antes de que Teach the recoja. Pero siempre nos podemos divertir antes de que venga.- dijo mientras se relamía los labios.

-¿Has dicho Teach?

-Sssh dejemos de conversaciones.- metiendole una pastilla en la boca le forzó a tragar.

Sus recuerdos se volvieron borrosos a partir de ese momento, la molesta risa de ese hombre saturaba su cabeza. El restallo de un látigo, algo penetrando en su interior, jadeos, mordiscos. No recordaba bien cuando dejo de sentir dolor y finalmente caer inconsciente.

-Ace, despierta.

El pelinegro entreabrió los ojos sin ver nada, no consigue enfocar. Pero podía reconocer que ya no estaba atado y alguien lo tenía agarrado con fuerza.

-Todo irá bien, me aseguraré de ello.- esa voz de que le sonaba?

El hombre lo cogió en sus brazos con cuidado lo apretó contra su pecho y empezó a correr.

Sus ojos ya acostumbrados a la luz miraron hacia arriba, cabellos dorados, una quemadura en el ojo izquierdo.

-¿Sabo?

-Shhh, no hables o nos descubrirán.- acercando su muñeca a la boca susurro- tengo a Ace, nos vemos en el punto acordado.

Mientras Sabo seguía corriendo por pasillos infinitos podía escuchar disturbios cada vez más cerca. Que estaba pasando?

-Saben que estamos aquí mierda.- busco un lugar donde ocultarse y dejó a Ace en el suelo,- espera aquí vuelvo enseguida.

El pecoso lo cogió de la manga antes de que pudiese huir.

-¿Qué está pasando?

-Te cuento luego, lo importante es que te hemos encontrado, espera aquí.- y salio corriendo.

Nunca fue una persona que le gustase esperar. Además estaba solo cubierto por una manta, donde estaba su ropa? Intentó levantarse y a pesar del dolor empezó a andar intentando encontrar una salida. Los pasillos parecían desiertos, escucho unas voces de fondo, una parecía la de Sabo y siguió hacia donde creyó escucharle.

Sabo tenía las manos sobre la cabeza y parecía intentar tranquilizar a dos hombres que le apuntaban con pistolas.

-¿Quien coño eres?

-¿Como has entrado?

-Tranquilicemonos soy amigo de vuestro jefe.

-Claro y yo soy la reina de saba- dijo entre risas uno de ellos

-Matemoslo Trebol.

-Tss yo que quería jugar un poco, siempre tan impaciente Diamante.

Y apuntó el arma al rubio, que seguía intentando argumentar para que le dejasen ir.

Trebol apuntó al rubio, pero en ese momento un azabache lanzó una manta delante de los dos hombres y se interpuso entre ellos y el rubio. Cogio la mano de Sabo y salio corriendo.

-Mierda, quien coño ha sido, dispara joder dispara.

Los jóvenes corrían por los pasillos mientras escuchaban los disparos detrás.

-Ace! Te dije que esperases.

-Calla, que no te han matado de milagro.

Sabo le miró un segundo, Ace sonreía a pesar del dolor que sentía en cada fibra de su ser, y fue en ese momento mientras se miraban cuando la sonrisa de Ace se quedo congelada, sangre empezó a manar de su boca. Su pecho atravesado por un agujero de bala, el joven cayó hacia delante. Sabo pudo ver todo a cámara lenta horrorizado. Sostenía al joven entre sus brazos sin poder hacer nada. El shock lo había dejado sin capacidad de reacción.

No estaba seguro de cómo salieron de allí. Recordaba la figura de Jozu aparecer, y Koala quitar a Ace de sus brazos. Todo pasó tan rápido que más que realidad parecía un sueño.