Capítulo 4

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______ pov.

Habíamos pasado la noche en una de las casas de la ciudad.

No volvimos a hablar del tema de mi familia y amigos, por parte me sentí muy aliviada con eso.

No quería que me viera llorar, aunque ya lo había hecho.

—Buenos días—La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Drift ya bien vestido.

—Buenos días —mi voz era ronca, pues me acababa de despertar.

—El desayuno esta hecho, ¿no se si quieras?—Ladeo un poco su cabeza aun sosteniendo la manija de la puerta.

Asenti.

—En un segundo bajo—aun ronca me levante de la cama y camine en dirección al tocador.

Me di un baño e hice mis necesidades, al terminar baje a la cocina y como era de esperar ahí estaba el.

De espaldas mirando la estufa con el ceño fruncido, el olor era insoportable, de la estufa salia un pequeño hilo color negro que indicaba que se estaba quemando lo que fuera que estuviese cocinando.

—¿Que paso aquí?—Tape mi nariz acercandome hacia el.

—Pues, quise tostar el pan pero al parecer no salió como esperaba—Se encogió y hombros y apago la llama.

—Tranquilo—rei y a continuación tome asiento en el comedor.

Había preparado un par de hot cakes, y ahora que lo pienso ¿quién come pan con hot cakes?

Segundos después llego a donde yo y se sentó frente mío.

El ambiente era tranquilo, estábamos en silencio y eso no lo hacia incomodo.

El tomaba de su taza de café mientras yo miraba hacia los alrededores.

Anoche no tuve tiempo de mirar la casa, pues estábamos muy cansados.

Era linda, espaciosa y cómoda.

—M-me preguntaba si quisieras salir al centro hoy con-conmigo—

Levante la mirada de mi desayuno para dirigirla hacia el, sus ojos estaban puestos en mi esperando alguna respuesta.

Se miraba algo nervioso.

Trague la comida de mi boca para poder responder.

—Claro—dio un suspiro de alivio.
—Pero creí que me ayudarías a salir de aquí—

Mis palabras fueron como una bala.

El brillo en sus ojos se esfumo y su cuerpo se tenso un poco.

Demonios.

La había estropeado.

—Oh—pronuncio después de un rato.

—Yo, yo no pensé que, que quisieras irte hoy—hablo sin mirarme.

Mi corazón se comprimió.

—Esta bien, acepto salir contigo, pero solo por hoy—forme una sonrisa sin mostrar mis dientes.

—Si no quieres no—se levantó de la mesa.

—No—lo detuve antes de que se fuera.

Se dio la media vuelta y de nuevo sus ojos se posaron sobre los mios.

—Quiero pasar tiempo contigo antes de que me vaya—Las palabras habían salido solas de mi boca.

No quería decirlas en ese orden ni de esa forma, pero al verlo mirándome hace que pierda el control.

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