Capitulo 9

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Suena la alarma de las 7:50, decido levantarme unos minutos antes para poder duchar y arreglar la cama antes de despertar a ese pequeño ángel, me levanto aun con sueño y me siento al borde de la cama, levanto la mirada y me fijo en las perfectas curvas que marca las sabanas sobre el cuerpo de Naz, tiene el pelo caído sobre su cara tapándosela al completo.

-¿No le agobia el pelo? –digo en un susurro.

Me acerco a ella y con delicadeza levanto los mechones dejando al descubierto su iluminante rostro, una sonrisa aparece sin mi previo aviso, parece tan inocente...pero despierta parece el mismísimo diablo. Me dirijo al baño y cuando voy a ducharme me fijo en la venda que sigo teniendo.

-Si la quito me va a reñir y si la dejo no podre ducharme ¿Qué hago? –digo con una voz dramática.

Me quedo pensativo unos segundos y decido cambiar mi ropa, que consiste en unos pantalones cortos de color blanco y una camiseta granate, me lavo la cara y me cepillo los dientes. Así no habrá problema, cuando se levante le preguntare, y si me da permiso de quitarla que se aguante un par de minutos mas porque me tocara duchar a mi. Sabiendo que las chicas odian esperar y mas si tienen algo pendiente que hacer aprovecho la oportunidad para molestarla un poco ya que me encantan sus gestos cuando esta molesta.. -Ya me duchare después tampoco es que apeste. –digo mentalmente.

Me miro en el espejo, me arreglo el pelo y listo.

Abro la puerta del baño cuidadosa mente y me adentro al cuarto, miro el reloj y veo que faltan 5 minutos para las 8:00. Me pongo a arreglar la cama mientras, no puedo evitar mirar en su dirección de vez en cuando, los minutos se me hacen eternos, quiero que llegue la hora de una santa vez, de esta manera podré quedar atrapado en el color de sus ojos y podré escuchar su melódica voz. Cojo el móvil y lo desbloqueo, lo tomo en mis manos mientras reviso las novedades y por lo visto no hay ni una. Me quedo mirando la pantalla hasta que un icono que es visto por mi cientos de veces al día y que para mí la primera vez que me torna interesante es ésta. <<La cámara>> la idea de echarle una foto no para de sonar en mi cabeza. Se que si se entera podrá cabrearse y eso me fastidia. Pero no consigo que esa molestia se apodere de mí, y es más ¿Cómo se va a enterar? Pongo la cámara en su dirección y espero unos dos segundos a que se enfoque, por mi suerte me he fijado en el flash antes de darle al botón. Tras unas fotos sonrío satisfecho, guardo el móvil en mi bolsillo, me acerco a ella, me inclino ligeramente y la miro de cerca, su liso pelo desliza de nuevo dejando cubierto su cara a lo que me hace enfurecer. Levanto de nuevo sus mechones e intento zarandearla.

-Naz, -susurro cerca de su cara. –Naz ya es hora despierta.

-Mmm, déjame dormir –se da la vuelta y se tapa, no puede parecer mas bonita.

Rodeo la cama y me acerco a ella de nuevo, repite el gesto pero esta vez girándose en dirección contraria, sonrío ante la escena y empiezo a darle pequeñas palmaditas en su cara.

-Ya es la hora, despierta –tengo ganas de acariciarla.

-¿Qué hora es? –pregunta aun con la voz ronca y los ojos cerrados.

Miro en dirección del reloj, son las 8:00. Pero... ¿Qué tal si le digo que son las 12:00?

-Son las 12:00 –digo seriamente y ella da un salto sentándose mientras quita el pelo de su cara. -Buenos días –intento contener la risa.

-Hay dios mío llego tarde, hay dios Yousef quítate –intenta apartarme con sus finos brazos pero le atrapo.

-Se dice buenos días señorita. –intento calmar mi risa interior.

Te Quiero Y No a RatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora