Capítulo 4

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Nos encontramos los 4 sentados, Nazli conversando con el gigante de la clase y yo mirando como un bobo la nada. A veces pienso que soy un estúpido pero... ¿Para qué pensarlo si esta mi primo para afirmarlo?

-Como siempre en tu Babia –se queja sacándome de mis cavilaciones.

-Y tú como siempre interrumpiendo mis lindos pensamientos. –digo con ironía.

Tras la desagradable conversación entre mi primo y yo toca el timbre, lo que me da a entender que voy a perder de vista a Nazli, esa chica tan misteriosa. Entre pensamientos y lanzándole piropos en mi interior ando de camino a clase. Una vez dentro los minutos pasan, los alborotos y los chillidos de las chicas de fondo aumentan hasta que viene el profesor de guardia.

-Tenéis permiso para iros a vuestras casa el profesor de última hora no a asistido al centro. –un profesor joven nos avisa y si antes había dicho que la clase estaba alborotada lo retiro porque ahora los gritos, golpes han aumentado por la emoción.

-Perfecto, el primer día y con horas libres –sonríe mi primo y yo hago el mismo gesto.

Salimos de clase y de camino a la salida voy mirando las clases, y al pasar frente al laboratorio que seguramente es de biología la veo, ella, con su larga y lisa melena color carbón. Mira atenta por el microscopio y anota algo en su libreta. Parece tan perfec...

-¡Vamos o que! –tira de mi, Kais. Maldito, no me deja ni terminar de hablar de aquella perfecta chica.

-Vamos Vamos –me quejo nuevamente.

-No le mires tanto a la chica que le das un mal de ojo –ríe y yo le doy un leve golpe en la nuca.

-Chicos Hasta mañana –eleva su voz Alae una vez alejado.

-¡Hasta mañana! –gritamos al unísono mi primo y yo para que Alae pueda escucharnos.

Ya estamos en casa, tirados los dos sobre el sofá, cada uno con su móvil y la música del altavoz sonando de fondo.

-Tengo hambre –dice mi primo.

Le tiendo mi antebrazo –muerde –le digo con ironía. Él de verdad muerde mi brazo y yo de un salto me levanto para agradecerle el mordisco con una patada. En medio del salón montamos una lucha libre a lo que solo se frena con una llamada telefónica. Desorientados los dos buscamos nuestros móviles, desventaja de tener el mismo móvil con el mismo tono de llamada y es que no sabemos de quien es el móvil que está sonando.

-Dime tía –responde Kais a la llamada. –Si, si todo bien por casa –mira el desastre producido por la pelea. No te preocupes, en nada Yousef y yo preparamos algo –me dedica una mirada asesina –esta bien tía cuídate. –cuelga.

-¿Por qué te llama a ti y no a mi? –pregunto confuso.

-Será que te ha llamado y no contestabas guaperas –se quita la camiseta y camina dirección a la cocina.

Le sigo.

-Déjate el cabreo por un lado y vamos a preparar algo de tragar que me muero de hambre. –abro la nevera. Entre que cantamos la canción de Rockstar preparamos la ensalada y unos bocadillos. En un par de minutos nos encontrábamos los dos comiendo mientras cantamos

¿He dicho cantamos? No creo que eso se llame canto, sino combinación rara entre tatarear y repetir el estribillo mientras las babas junto a la comida sale disparadas. Si, muy asqueroso todo pero donde hay hambre lo demás importa muy poco.

El día transcurre pesado ya que no salimos, mientras me encuentro leyendo un libro en mi cama escucho un ruido proveniente de la cocina. Pongo la marca páginas en el libro, lo cierro y me dirijo a la cocina para ver lo que hay. Para mi sorpresa no es ni nada más ni nada menos que la ventana abierta por el fuerte viento. La cierro bien y me dirijo a mi habitación. Kais está dormido en su cama apenas lejos de la mía un metro, me quedo mirándolo detenidamente, examino cada punto de su rostro y sonrío con ternura recordando todo lo que hicimos y lo que seguimos haciendo juntos. Mi vida sin él no tendrá sentido, crecimos juntos, comimos juntos, nos vestimos de nuestras ropas, nos ayudamos en cada paso y etapa de nuestras vidas y se que ni el tiempo ni el destino podrá separarnos porque como dice él, "Separados somos aire, juntos somos viento". Me levanto y lo tapo con el edredón le beso la frente como hice siempre y me dirijo a mi cama de nuevo. Si, le beso la frente, y no soy homosexual él es como un hermano para mí y el amor que le tengo no se lo tengo a nadie más.

Termino de leer el libro y cojo el móvil para desaburrirme un rato, entro en Instagram cuando veo la historia de Instagram de Alae que está junto a Nazli en un parque comiendo pipas, me doy cuenta que en la foto ha mencionado su cuenta a lo que pincho en el nombre y le sigo. Al rato acepta mi cuenta y entro con rapidez a ver sus fotos y como no, es realmente hermosa, tiene una sonrisa radiante y el color de sus ojos atrapa a cualquier ser. 

Te Quiero Y No a RatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora