Lo cojo y me dirijo al baño donde desbloqueo la pantalla para acabar con mis dudas.<<Yaber>>
-¿Quién será este? -Aprieto mis dientes con fuerza .
Leo detenidamente el mensaje que consta de tres palabras "buenas noches hermana".
Salgo el chat y sigo revisando los demás mensajes. Si, ya se que no está bien lo que estoy haciendo y tampoco es asunto mío, pues a mi me importa poco, solo quiero saber si tiene algo con otro chico y solo finge estar cabreada conmigo, al rato mis nervios se calman al ver que solo tenía pocos contactos y los que tenía era de gente que conocía. La sensación de culpabilidad se instala de nuevo sobre mi y nuevamente me siento mal. Borro el historial de aplicaciones abiertas, apago la pantalla y salgo del baño sin hacer ruido. Me acerco a la mesita de noche y lo dejo con cuidado, no puedo evitar mirar como duerme. Me acerco a mi cama, me arropo con la cálida manta e intento dejarme llevar por el sueño.
*POR LA MAÑANA*
Me levanto una vez que escucho el molesto sonido de la alarma, me giro para levantarme y veo algo que me quita las ganas de seguir el día. La cama de Naz está arreglada, no puede estar en el aseo porque la puerta está abierta.
-¿Dónde se habrá ido de parte mañana? -me levanto y arreglo mi flequillo que cae sobre mi frente.
Sin darle vueltas al tema, abro mi maleta, me cojo unos pantalones vaquero azul, una camiseta gris oscuro, los calzoncillos y la toalla. Entro al baño y empiezo a ducharme. El silencio es el único ruido que acompaña al sonido del agua que hace al chocar contra la bañera, ya se me ha hecho de costumbre ducharme escuchando y riéndome de la manera en la que hablaba por teléfono con sus amigas Sanaa y Mariam. Acabo de duchar, me seco y me visto, mi estómago empieza a rugir pidiendo comida.
-Cállate ya, ya iré a darte algo de comer -digo en voz alta. Seguro que si estuviera ahora aquí Nazli estallaría a carcajadas.
Me seco el pelo y lo peino, me pongo los zapatos y tomo rumbo escaleras abajo para ir a desayunar.
Las escaleras se me hacen largas, parecen no tener fin, cuando bajaba con ella ni me daba cuenta hasta que me encontraba en la cafetería. En fin. Entro con la esperanza de encontrarla ahí y poder hablar con ella, tengo que aclarar el tema si o si, esto no puede quedar así. Tiro de la puerta, y la busco con la mirada, no hay rastro de ella, me dirijo a la mesa donde nos sentábamos a menudo pero ni rastro. Me acerco a la barra.
-¿Qué desea Joven? -pregunta la camarera amablemente.
-Una taza de café, por favor -ella asiente y le dedico una sonrisa.
-¿Algo más? -me mira atenta.
-No -niego buscando a Naz con la mirada.
El saber que no está cerca de mi me preocupaba, no podía apartarla de mi mente, de verdad me siento muy avergonzado de haber hecho lo que llegue hacer.
-¿Y la señorita que viene contigo? -pregunta la camarera, sacándome de mis pensamientos.
Le miro desconcertado, sin saber que responder.
-¿Eh?... em... se ha ido al baño -finjo una sonrisa.
Tomo el café lo más rápido que puedo, y salgo corriendo. No puedo estar tranquilo sabiendo que está por ahí. No me queda más remedio que contar con la ayuda del recepcionista. Me acerco y le pregunto.
-Hola -intento parecer tranquilo.
-Hola caballero -me sonríe amablemente
-¿Puedo hacerte una pregunta? -estaba desesperado.
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Te Quiero Y No a Ratos
Fiksi RemajaLos Obstáculos no son motivos para detenernos sino es una medida para saber cuántas ansias tenemos de conseguir nuestros objetivos. Con Nazli y Yousef aprenderemos lo que es el amor verdadero y entenderemos que si hay amor ni la distancia ni la muer...